Correo
Generar nuevas políticas
Una de las caras que nos mostró la pandemia, está referida a la necesidad de las familias por contar con un espacio digno donde vivir. El aumento de los campamentos ha sido un tema recurrente, siendo más de 81 mil familias en el país que viven en esta situación según el último catastro de techos Chile. Esta cifra es la más alta desde 1996. A esto además, se le deben agregar las familias que hoy viven allegadas, hacinadas o en arriendos informales. Este es un gran dolor que tenemos como sociedad.
La burocracia a la hora de la postulación de subsidios y las largas esperas y tramitaciones que existen, retrasan enormemente los procesos y aumentan el problema día a día. Y esto sumado a los bajos ingresos de las familias, acrecientan aún más la necesidad.
Hoy es importante generar nuevas políticas y programas en donde podamos avanzar en el desarrollo de proyectos habitacionales, pensada desde una mirada de gestión del territorio, de pertenencia, de avanzar hacia nuevas oportunidades. Viviendas y espacios dignos.
En el transcurso del tiempo han cambiado muchos roles tradicionales de la familia, dando lugar al nacimiento de las familias modernas, las de hoy, y con ello se ha roto el concepto tradicional de autoridad paterna-materna con roles definidos, para pasar a ser una organización mucho más flexible e independiente, aunque sigue siendo el núcleo fundamental de la sociedad, esta reestructuración amerita un tratamiento a su medida.
La familia como núcleo de la sociedad, requiere desenvolverse al igual que cualquier organización, y el lugar es el hogar, la casa, la vivienda, y este elemento necesita un tratamiento de parte del Estado según los requerimientos de las familias de hoy, ajustándose a las necesidades y proyectándose hacia la integración, para un Chile que busca oportunidades para su gente y el entorno, en donde la mirada debe ser desde el mismo lado de la acera.
Claudia Lillo Echeverría
¿Cómo enfrentar la PDT?
Bastante se ha hablado sobre las dificultades y efectos que ha traído la pandemia a los procesos educativos; efectos que van desde los niveles de aprendizaje alcanzados hasta efectos psico-emocionales en los estudiantes. Ya embarcados en un segundo año de educación en formato, principalmente, no presencial, los alumnos se enfrentan a un nuevo proceso de selección universitaria, con más incertidumbre e inseguridades que las habituales.
¿Cómo enfrentar esta última etapa de preparación? Ya en la recta final, es preferible focalizar el esfuerzo y energías en aquellos temas en los cuales hay mayor conocimiento y seguridad con el fin de asegurar el buen resultado en ellos. También es preferible centrarse en las pruebas que representan mayor ponderación para la carrera de preferencia en lugar de seguir abarcando todas las pruebas y todos los contenidos. Es decir, en esta última parte, se debe ser estratégico, dedicando tiempo y esfuerzo en asegurar un buen rendimiento en aquellas áreas y temas en los cuales se tiene mayor seguridad o conocimiento. De igual forma, es mejor favorecer la práctica desarrollando facsímiles o ensayos por sobre el revisar nuevos contenidos. Es momento sólo de ejercitar con el fin de optimizar los procedimientos para la identificación de la respuesta correcta.
Una sugerencia que pudiera ser pertinente es dar una justa medida a la relevancia que tiene el resultado de la PDT para el futuro de un joven, sin duda que ello permite postular con determinada certeza a la carrera deseada, pero saber que NO es la única instancia ni oportunidad para tomar una decisión referida al futuro profesional. Las familias juegan un rol importante, pues pueden acrecentar el nivel de estrés o dar el necesario respaldo para elegir de acuerdo con las preferencias de desarrollo personal.
Roberto Reinoso Bascuñán Académico Facultad de Ciencias de la Educación, USS
Soldado desconocido
Lo visto recientemente en redes sociales y otros medios sobre el retiro desde la Plaza Baquedano de los restos humanos que representan al soldado desconocido, debido al vandalismo sin control que se ha anidado en nuestra sociedad, así como de monumentos de esos valientes patriotas de nuestras gestas históricas como el general Baquedano; son una humillante bajeza internacional que nos empequeñece como nación libre ante la sociedad humana.
Hechos de esta naturaleza nunca se conocieron en nuestra historia y difícilmente habrá en el mundo parangón alguno de comparación; actos propios de enajenados mentales inmersos en una borrachera ideológica difícil de entender; vergüenza ante el mundo y ejemplo de una sociedad de una clase política y una democracia que se derrumba. Parece así que el ansiado desarrollo está lejos, muy lejos de nuestra nación.
José Manuel Caerols