Cuidar a quienes cuidan a otros
Atender a personas dependientes es una tarea muy compleja y, quienes la cumplen, también requieren de apoyo y contención. Se requiere de una actitud atenta, pues a menudo las personas se ven sometidas a un nivel de estrés tan alto que hasta les impide pedir o recibir ayuda.
La primera semana de noviembre fue conmemorado el Día Internacional de las Personas Cuidadoras, fecha instaurada desde 2014 para poner en valor a quienes dedican su tiempo, cariño y esfuerzo a atender a otros en situación de dependencia. Esa labor es generalmente realizada por mujeres y de manera no remunerada, invisibilizada y silenciosa, en el espacio intrafamiliar, vinculada a parejas, adultos mayores, hijos o cercanos necesitados de atención permanente o afectados por alguna discapacidad.
Aunque se trata de una tarea que se efectúa mayoritariamente por amor y alto compromiso, también constituye una responsabilidad agotadora. Estudios del Ministerio de Desarrollo Social estiman que el trabajo es en promedio de 15 horas diarias; sin días de descanso o vacaciones; ni tampoco la posibilidad de realizar proyectos propios o labores remuneradas fuera del hogar. Todo lo anterior se traduce en vulnerabilidad y, sin dudas, se vio acentuado en el período de pandemia.
Considerando lo anterior adquieren importancia los programas de apoyo que existen a nivel nacional, como los bonos que entregan "estipendios" , un aporte mensual de casi 30 mil pesos .
También existen los planes de "Chile Cuida", que coordinan cooperación profesional y comunitaria para relevar al cuidador durante algunas horas cada semana. La coordinación de estas acciones se realiza a través del Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, el cual trabaja de manera mancomunada con 62 municipalidades a nivel nacional. El pasado 5 de noviembre conmemoró el Día Internacional y llamó a mirar esta realidad con empatía y solidaridad.
La invitación de esta fecha es importante, pero no solo para atenderla en un día especial; sino también en lo cotidiano y con una actitud atenta, pues a menudo quienes se hacen cargo de otro ser humano dependiente, sufren un nivel de estrés tan alto que hasta les impide pedir o recibir ayuda. Detectar esas señales, ofrecer una mano amiga, son gestos necesarios.