Puede que haya vuelto el público a los estadios, los conciertos y otras actividades que no se pudieron hacer por un buen tiempo, pero la pandemia está lejos de terminar. Si no, que lo diga cualquier integrante de Ñublense, que permanecen en cuarentena tras registrar un caso de Covid-19 positivo en el plantel, confirmado tras el duelo por la Supercopa.

Con el correr de los días, eso sí, se puede confirmar que el contagiado tiene buena salud, al igual que el resto de sus compañeros y cuerpo técnico, que siguen con todos los resguardos hasta fines de esta semana. Recién el jueves retomarán los entrenamientos de cara al partido contra Palestino de la próxima semana, ya que el Rojo no juega esta fecha porque le toca libre.

Alarma

Uno que vio prenderse una que otra alarma fue el entrenador de los Diablos, Jaime García, que apenas recibió la confirmación del caso positivo de su plantel, temió por una experiencia inolvidable. Es que el "Búfalo" puede contar, en primera persona, de las malas vivencias de esta pandemia; el DT Rojo casi perdió la vida por Covid-19.

"Estaba asustado, pero sabíamos que los protocolos se habían activado de buena manera. Por ese lado estaba tranquilo, porque había distanciamiento y sabía interiormente que yo iba a estar bien. Me hice PCR que dio negativo y eso también ayudó a que esté más tranquilo", cuenta.

"Pero lo que me asustó -añade-fue que la noticia me llegó acá, cuando estaba con mi madre, entonces estaba preocupado por ella. Me encerré y afortunadamente todo fue negativo. En el camarín hay harto espacio y los jugadores están todos bien, pero uno la pasa mal por lo vivido antes. Uno baja la guardia y eso lo hacemos todos, por diferentes motivos, de descuido o algo así. Hay que tener mucha seguridad, porque esto está a la orden del día. Nunca pensamos que esto lo íbamos a vivir, pero se hizo bien la gestión para que todo saliera bien", cuenta Jaime García, confesando que temía no solo por su seguridad sino por la de más gente que lo rodeaba.

Es que la vivencia de estar intubado, en urgencias, con el latente peligro de que cualquiera de esos días podía ser el último, es una que se mantendrá por muchísimo tiempo en la retina del entrenador de Ñublense, que, además, tiene una operación por artrosis de caderas apenas termine el campeonato, pospuesta por su fidelidad con los Diablos Rojos. Por ello, el momento del llamado se debió sentir eterno.

"Cuando me cuentan, uno se pasa mil películas y piensa 'ojalá no me toque de nuevo', porque no se sabe cómo vendrá, pese a tener las 3 vacunas. Es marcar un episodio fuerte de nuevo, más que nada porque mi mamá estaba allá. Yo estaba muy preocupado de que si me pasaba algo se lo podía pegar a ella y a mi hermana, que fueron a ver el partido (con la UC) a Concepción. Más que nada se me viene eso a la mente", describe el ex jugador, que además confirma que no fue más que un susto y que en Ñublense ya se ponen en marcha para preparar el último duelo del campeonato, con la misión de lograr el anhelado boleto a Copa Sudamericana.

"Los jugadores también están todos en excelentes condiciones. La idea es ya el jueves estar entrenando todos de nuevo, que era también lo que habíamos dado de descanso. Hay que esperar que todos lleguen de buena forma, porque esto cuando se vive de adentro, es muy complicado. Es súper heavy, se pasa muy mal", describe García.

Ante palestino

La recta final ya llegó para Ñublense, que pasado mañana retomará los trabajos y los entrenamientos de cara a su último partido en el campeonato nacional. Jaime García anticipa que el duelo en el Municipal de La Cisterna es una final.

"La Supercopa nos dejó bien parados de cara a un Palestino con mucha experiencia, que va a ser otra final. En ese sentido, sabemos la importancia que tiene este partido que viene. Tenemos concientizado cerrar bien el año, por todo lo que hemos hecho. Merecemos algo más. Vamos por esa final del sábado, pero siempre con los pies en la tierra, pensando que tenemos una manera clara de jugar, que corremos, jugamos dinámicamente y le metemos. Ese es sello de nuestro juego", cerró García, consciente de que puede convertirse en el segundo entrenador en meter a Ñublense en una Copa Sudamericana.

"En el camarín hay harto espacio y los jugadores están todos bien, pero uno la pasa mal por lo vivido antes (...) Hay que tener mucho cuidado, porque esto está a la orden del día". "La Supercopa nos dejó bien parados de cara a un Palestino con mucha experiencia, que va a ser otra final. En ese sentido, sabemos la importancia que tiene este partido que viene".

18 de noviembre se disputó la Supercopa entre la UC y Ñublense, tras lo cual se confirmó un caso positivo de covid-19.

4 de diciembre está programado el partido entre Ñublense y Palestino, a las 18.00 horas, por la última fecha del torneo local.