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Consumo de alcohol, obesidad y otros daños
La Organización Mundial de la Salud, declaró el 15 de noviembre como el Día Mundial sin Alcohol, a fin de crear conciencia sobre los daños físicos y psicológicos que ocasiona su consumo. En efecto, es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos, como el sobrepeso y la obesidad.
Además, está asociado con el riesgo de desarrollar trastornos mentales y conductuales, algunas enfermedades no transmisibles y tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares, traumatismos derivados de la violencia y accidentes de tránsito.
Considerando la situación epidemiológica de Chile, con elevadas tasas de sobrepeso y obesidad, es importante mencionar que el consumo de alcohol está directamente relacionado con la ingesta calórica, contribuyendo aún más con las cifras de malnutrición por exceso. De hecho, se considera como el segundo alimento con mayor densidad energética después de la grasa (7.1 Kcal/g de alcohol); aumenta el apetito y disminuye la saciedad, lo que conlleva a un aumento de la ingesta energética.
Por otro lado, también provoca un aumento de la termogénesis, que hace que la energía final aportada sea ineficiente, comparada con otros alimentos. Paralelamente, la ingesta de alcohol aumenta la sensibilidad a la insulina, que podría contribuir al aumento del peso corporal.
Lograr la reducción del uso nocivo del alcohol es una meta que todos debiésemos considerar en mayor o menor medida, para reducir las consecuencias sanitarias y sociales negativas de su consumo.
Fabiola Fuentealba Arévalo, Escuela de Nutrición y Dietética, U. San Sebastián
¿Cómo mejorar el acceso a medicamentos?
Chile es uno de los países que tiene más alto gasto de bolsillo en salud, donde el 38% está en los medicamentos. Los efectos de esta realidad, sumada al impacto de la pandemia revelaron que una de cada siete familias abandonó tratamientos para alguno de sus integrantes por no poder costearlos, según un reciente estudio del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello.
Lamentablemente, este resultado no sorprende. Como industria productiva, sabemos que el gasto en medicamentos en Chile es alto, y esto se debe, entre otros factores, a una política deficiente del Estado. En este escenario, consideramos que el problema está en la cobertura de los medicamentos. No debería haber chilenos de dos categorías: los que reciben medicamentos del sistema público y otros del privado.
Para ayudar parcialmente a compensar esta situación, los laboratorios que forman parte de Asilfa, por ejemplo, producen y distribuyen los medicamentos genéricos más económicos de Latinoamérica: el valor promedio en Chile es de $800 el medicamento genérico, versus $3.200, que es el promedio en Latinoamérica.
Si a ello sumáramos esfuerzo de todos los actores, considerando por ejemplo que en Chile debiera haber seguros privados y públicos en la población, para mejorar la cobertura, el acceso y la distribución en todo el sistema público, análisis como el desarrollado por la universidad antes mencionada podrían ser más alentadores.
Elmer Torres, Asilfa
Ciclos
En los análisis políticos se suele decir que los hitos son cíclicos. Que si queremos anticipar algo, o al menos tener una idea de lo que viene, debemos revisar la historia. Pero a mi juicio el 2021 nos demostró, aún sin acabar, que pasa lo contrario.
Se anticipó que en la elección de Constituyentes la centro derecha tendría 1/3 y no fue así; la lista del pueblo postula como una nueva fuerza política y obtuvo un gran apoyo en las elecciones de Constituyentes; contra todo pronostico Gabriel Boric le ganó en primarias a Daniel Jadue y Sichel hizo lo mismo en Chile Vamos; y recientemente Franco Parisi fue la estrella en las elecciones.
Frente a lo expuesto lo que cabe concluir es que, o los analistas están leyendo el presente con anteojos que tienen varias décadas, o que las personas están buscando desesperadamente a una nueva figura que los ayude a superar sus dificultades. Me inclino por la segunda opción.".
Agustín Soto, FPP