Inmediata repercusión en el país y en la región de Ñuble, como zona agrícola, tuvo la propuesta aprobada en general en la Comisión de Medio Ambiente de la Convención Constituyente, que apunta al no uso de químicos sintéticos en la agricultura en un radio de al menos doce kilómetros de distancia entre un cultivo o área de siembra y una población o un cultivo de semillas limpias.
Esta moción, que ya forma parte de la propuesta de la nueva Constitución, fue criticada en sus redes sociales por Martín Arrau, constituyente representante de Ñuble, quien a través de su cuenta en Twitter @martinarrau manifestó que "con esto la mayoría de la producción agrícola desaparece, sin la posibilidad real de producir alimentos a precios alcanzables, propuestas que generan desempleo y hambre".
Arrau amplió luego su opinió en su cuenta en instagram martin.arrau, donde señaló: "Chao agricultura, hoy se aprobó en general en comisión norma 439: Agricultura no podrá aplicar químicos sintéticos en predios ubicados a menos de 12 kilómetros de un poblado. Con esto, la mayoría de la producción nacional actual desaparece, junto con proveedores, sin fertilizantes convencionales, sin posibilidad real de control de plaga y malezas en escala suficiente para producir alimentos a precios alcanzables, propuestas que generan desempleo y hambre", publicó.
Agricultores
Una visión similar entregó el director de la Asociación de Agricultores de Ñuble, Alfredo Wahling, quien señaló que "esta es otra medida de extrema sensibilidad para los constituyentes, que creo que están muy mal informados, en el sentido de que esa medida es prácticamente imposible de realizar (...) es completamente anacrónica con la realidad actual que estamos viviendo".
Si esta iniciativa prospera constitucionalmente, Wahling estima que "la mitad de la población va a quedar sin alimento, de aplicarse una medida de este tipo".
Para el representante del gremio en Ñuble, los efectos de esta iniciativa son nacionales "porque todo el país estaría cuestionado a producir alimentos. Esta es una medida totalmente contraindicada, porque todos tenemos que alimentarnos, si pensamos que todos tenemos que tener una huerta en nuestras casas, estamos mal enfocados".
Wahling dijo esperar un cambio en el timón "porque si no, estamos frente a un holocausto en ese sentido", recalcó.
Viñateros
En contraparte, el director de la Asociación Gremial de Viñateros del Valle del Itata, José Álvarez, recordó que "el uso de agro químicos es una práctica masificada en Chile y en este momento no se respeta absolutamente nada, ni a la población, ni al entorno natural, porque no sólo las personas se dañan con estos productos, sino también la flora y la fauna silvestre, incluidas las abejas".
Afirmó que el uso de agroquímicos "produce un tremendo daño (...) hoy día está todo intervenido con monocultivos, es mucho el daño que se está haciendo".
El representante de los viñateros apuntó que a pesar de las propuestas de leyes y cambios en el papel, en la práctica "no existe un cambio de verdad, toda esta gente que se dedica a la política quiere pintar algo que no es real. A nosotros nos interesa que se pongan la camiseta de la verdad solamente".
Huertos
Desde el contacto diario con la tierra, la productora agrícola de Chillán Viejo, Uberlina Sandoval, aportó al tema señalando que "en el caso de nuestra huerta todo es diferente a cuando la gente tiene más terreno, porque tal vez ellos tienen que tener más producción para que valga la pena el trabajo. En nuestro caso sólo usamos materia orgánica".
Especificó que durante siete años ha logrado fertilizar sus productos con abonos naturales, derivados de las heces de las gallinas y ovejas. "La idea es darle a la gente algo sano, que le den ganas de comérselo por el sabor que tiene y que no piensen que se lo tengan que comer con desconfianza", señaló.
"Con esto, la mayoría de la producción nacional actual desaparece, junto con proveedores, sin fertilizantes convencionales, sin posibilidad real de control de plaga y malezas".
Martín Arrau, Constituyente por Ñuble