Carolina Cabrera
Elizabeth Arévalo Pakarati actualmente es consejera regional (core) por la Provincia de Rapa Nui. Asumió el cargo en 2018 y antes de eso fue presidenta de la Comisión de Pueblos Originarios. Actualmente está residiendo en Isla de Pascua y, por estos días, ha estado participando de la Tapati, tradicional fiesta costumbrista que celebran por segundo año consecutivo sin la compañía de turistas y que ha permitido profundizar las relaciones entre los habitantes de la isla.
- ¿Cuál es el contexto actual de la isla?
- Ya vamos a cumplir dos años completamente encerrados y yo creo que fue una medida muy acertada en el principio, pero obviamente, a medida que iba pasando el tiempo se empezó a sentir más en lo económico porque sabemos que el turismo es nuestra fuente y nuestro motor económico. Si bien hoy tenemos proyecciones a futuro de ojalá poder diversificarnos en esta materia, es algo que no se puede lograr en dos años de pandemia, pero es algo en lo que estamos trabajando. Hemos tratado de implementar la mejor economía circular que se pudiera durante estos dos años. Y también hemos notado la gran dependencia que tenemos de los abastecimientos del continente y, por sobre, todo de los recursos del Estado.
- ¿Cómo se generó la economía circular y cómo se han mantenido las personas de la isla durante estos meses sin turismo?
- Hoy la población se sostiene gracias a la gran cantidad de funcionarios públicos existentes, que son parte de la institucionalidad pública presente acá en el territorio, entonces ellos han sido los que han podido mantener la circulación económica a nivel local. Hoy, ya no habiendo más IFE, algo que ayudó muchísimo a las personas acá en la isla, ya podemos empezar a ver y a resentir los efectos de esta falta de insumos económicos en las familias. Eso por un lado, y nosotros, desde el Gobierno Regional, hemos podido aprobar diferentes fuentes de financiamiento para mantener la modalidad de nuestros empleos acá en la isla que han sido ejecutados por el municipio, eso también ha podido sostener las 700 u 800 familias que hoy dependen de esa entrada y son familias que, obviamente, dependían del turismo directa o indirectamente. Gestionamos un financiamiento al empleo hasta marzo, pero desde el próximo mes también se van a sentir las ausencias de inyección de recursos a nivel isla.
- ¿Qué pasa con la reapertura de la isla y el regreso del turismo?
- Hubo un interés de una posible reapertura a partir de febrero, había una clara intención porque también la gente de la isla ha ido interiorizando en la efectividad de los procesos de vacunación, los índices de vacunación son esenciales, pero por otro lado las autoridades locales tenemos que hacernos cargo de la capacidad de respuesta que tenemos como hospital, y hoy en día no se cumplen las condiciones para responder en caso de una crisis de covid masiva. Tenemos que brindar la capacidad de respuesta para darle mayor tranquilidad y confianza y permitir así la aprobación de una futura reapertura, porque aquí todo se decide en comunidad. Finalmente, los servicios turísticos, Sernatur y empresarios turísticos han estado capacitándose. Desde que llegó la pandemia se han ido tres mil personas de la isla y no deja de ser un número importante, porque se perdieron muchos trabajos.
- Estamos en la época de la celebración de la Tapati de Rapa Nui, en el segundo año en que estarán solamente los y las isleñas participando ¿Cómo se toman este cambio en la festividad?
- Lo que ha permitido la Tapati, desde lo emocional, es el poder visibilizarnos más entre nosotros, esto ha reforzado la solidaridad hacia las personas que tienen mayores dificultades y se ha generado una bonita sintonía y una gran sinergia a nivel isla, donde reina la solidaridad y la colaboración en todas sus dimensiones. La gente ha podido reconectarse nuevamente consigo misma, su entorno y la familia, justamente el concepto de esta Tapati es la familia y la estamos realizando por y para nosotros.