Apoyo al emprendimiento femenino
El emprendimiento como sustento de trabajo para las familias chilenas se ha convertido en más que solo una opción alternativa o para acompañar un trabajo formal, pues hoy es la fuente principal de ingreso de muchos hogares. En este nuevo escenario económico, a diario escuchamos como los emprendimientos liderados por mujeres van tomando más fuerza en el ecosistema, esto también lo vemos reflejado en cifras: según registró un estudio realizado por los ministerios de Economía y de la Mujer y Equidad de Género junto a Cadem, durante la pandemia, las mipymes representaron el 65,3% del total de los empleos formales, y el 38,6% de quienes emprenden en estas micro, pequeñas y medianas empresas son mujeres.
Así también, recientemente la aceleradora pública dependiente de Corfo, Start-Up Chile, dio a conocer la nueva generación de 101 emprendimientos seleccionados por sus programas, donde en uno de ellos se registró un aumento de 17,5 puntos porcentuales de startups lideradas por mujeres, en comparación a la generación 2021. Gracias a este programa, estos emprendimientos femeninos de base tecnológica serán acompañados en su proceso de internacionalización, levantamiento de capital y crecimiento de sus equipos.
Sin duda, este tipo de noticias son motivos de celebración para el ecosistema, pues nos dan a conocer que no solamente estamos apoyando como país al crecimiento y consolidación de nuestros emprendimientos, sino que también de a poco lo estamos haciendo considerando la equidad de género.
Pero, muchos se preguntarán, ¿por qué es tan relevante que exista una perspectiva de género en esta materia? o, incluso, ¿por qué me importa? Es muy simple: para seguir robusteciendo y consolidando el ecosistema emprendedor que estamos construyendo, los emprendimientos liderados por mujeres tienen un rol clave en el país, no solo porque el 51% del país sea mujer, sino que además porque es vital reflejar en nuestros negocios la diversidad de miradas, entendimientos y formas de "hacer" que existen en la sociedad.
Fortalecer el emprendimiento femenino, no solo implica mujeres más empoderadas, sino que significa una sociedad más sana, donde los liderazgos tienen habilidades distintas y son capaces de suplir necesidades de toda la sociedad.
Aún así, muchos de los espacios de liderazgo en las startups y en la industria de las tecnologías siguen estando dominados por hombres; es más, a nivel regional, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), solo el 1% de las mujeres emprendedoras en Latinoamérica tiene acceso a inversores ángeles, capitales semilla o fondos de capital de riesgo -las tres formas para lograr que tu startup se haga realidad- en comparación con un 7% de hombres que consigue este tipo de capital.
En los próximos años, debemos ser capaces de cambiar las estadísticas para que el talento femenino tenga el apoyo y espacio que merece y que Chile necesita; solo así, las mujeres tendrán la oportunidad de demostrar sus talentos y lo lejos que pueden llegar.
Cristián Tala, Emprendedor