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Julio Carrasco bombardeó con poemas la Vía Láctea

"El meteoro" (Ediciones Tácitas) es la antología poética de Julio Carrasco publicada junto a la traducción de "El bestiario o cortejo de Orfeo" de Guillaume Apollinaire.
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Un bombardeo es inolvidable para una ciudad a la que le ha tocado vivir esa desgracia. El colectivo Casagrande decidió transformar ese evento traumático con poesía, dejando caer papelitos con poemas. Uno de los creadores de esta idea fue el poeta Julio Carrasco (1969), quien esta vez nos bombardea con las mejores obras de su vida.

La antología "El meteoro" (Ediciones Tácitas) fue seleccionada y prologada por su compañero de generación, poeta y editor Adán Méndez, quien escribió en el prefacio: "…el arte aventurero de escribir bien, sin formalidades fijas, en simple castellano (…) como lo hace Carrasco, la exuberante y peligrosa experiencia de mundo en el que esta lengua se ha formado y vive".

Hay textos de todos los poemarios de Carrasco. "El libro de los tiburones" (1995), "Sumatra" (2005), "Despedidas antárticas" (2006, Premio de Poesía Revista de Libros) y "Elogio de los reptiles" (2014).

El tiburón es la partida y los reptiles el término en esta obra.

El pterodáctilo

Por teléfono, Carrasco nos cuenta de su animal favorito: "El pterodáctilo. Es algo que cuento en el último libro de poesía que publiqué, porque siendo un reptil volador es una prueba de que es posible llegar al cielo arrastrándose".

Otro elemento transversal a la antología son las pequeñas historias. Con cada uno de los poemas de Carrasco el lector parece haberse asomado a un episodio. El poeta reflexiona al respecto: "Yo pienso que todas las artes que transcurren en el tiempo cuentan algo. No solo las artes, qué sé yo, las campañas políticas, la ciencia. Incluso la naturaleza es un relato. Entonces, siento que cuando incluyo una suerte de historia en la poesía lo que hago es someterme a un orden preexistente, y creo que todos los poetas lo hacen de una manera u otra".

En "El meteoro" hay muchas geografías chilenas y extranjeras. Su lugar favorito en el país es "mi pieza. Donde me siento más protegido". En el mundo, "tengo varios lugares favoritos, por distintas razones, pero en realidad cuando hablo de lugares me refiero más a las coordenadas temporales. Por ejemplo, mi relación con Londres fue cambiando a medida en que progresaba el proyecto que tenía que ver con la ciudad". Otra de las capitales bombardeadas por la poesía del colectivo Casagrande.

Volver a París

Paralelamente a "El meteoro", Ediciones Tácitas coloca en circulación "El bestiario o cortejo de Orfeo", de Guiillaume Apollinaire (1880-1918), con grabados en madera de Raoul Dufy (1877-1953), traducido por el mismo Julio Carrasco.

El poeta cuenta su relación con su par francés: "Leo a Apollinaire desde hace muchos años, es uno de los poetas con que he llegado a entablar lo que, desde el lugar común, se llama conversación. Siento que su personalidad se introduce mucho en sus poemas. Me ha pasado varias veces que me han caído bien personas a raíz de lo que escriben, y posteriormente las he conocido y he sido muy amigo de ellos y ellas".

"Con Apollinaire me pasa mucho eso, me siento un personaje bonachón y bromista, carismático. Empecé a traducirlo esporádicamente, luego empecé a sentir ganas de volver a París, donde viví tres años, de los cinco a los ocho", afirma.

Entre uno de los viajes por el mundo, Carrasco pudo volver a la ciudad luz. "Me acuerdo de una vez que venía de Varsovia, el vuelo hacía una escala. Aproveché de arrancarme y fui a visitar los barrios de mi infancia y tuve sensaciones muy curiosas. Al recorrer París reconocí al personaje Apollinaire, que está muy ligado a la vida parisina del siglo XX. Cuando leo el francés reconozco, recuerdo sensaciones que aparecían cuando era niño".

"El bestiario o cortejo de Orfeo" es el único libro que Apollinaire proyectó en vida, pese a que se han publicado muchos otros libros con selecciones de sus poemas. Sobre el título, Carrasco apunta que "es un pequeño universo, un pequeño cosmos, que tiene una lógica que va siguiendo el autor durante el libro. Uno se sumerge, son poemas cortos y aparentemente simples, porque mezcla del misticismo cristiano, medieval, griego, una sopa de cosas a las que Apollinaire era muy aficionado. Llega a un resultado que es hermoso por su sencillez y profundidad", dice Julio Carrasco.

Poemas al espacio

Julio Carrasco pasó parte del verano en tierras australes, en la realización de un festival de poesía en el Estrecho de Magallanes al que también invitó a dialogar a científicos.

Ahí el colectivo Casagrande volvió a sus andanzas con alianzas internacionales. Así lo narra Carrasco: "Trabajamos con el Festival de Poesía de Madrid y una compañía danesa que se dedica a las comunicaciones satelitales. Los españoles habían creado una plataforma para recoger versos de todo el mundo, nosotros los Casagrande propusimos mandar esto al espacio y escogimos como lugar para enviarlo la nebulosa 'Saco de Carbón', una región oscura de la Vía Láctea que estaba identificada por los indígenas del sur de América".

"Los daneses calcularon donde iba a estar la nebulosa en 600 años más, porque ellos lo que hicieron fue tomar este poema escrito por personas de todo el mundo, para convertirlo en ondas de radio. Como el espacio está en movimiento había que calcular qué posición iba a tener la nebulosa cuando el mensaje llegue allá. Conseguimos un brazo robótico y una antena espacial. Lo mandamos desde Punta Arenas y Porvenir, desde los dos lados del Estrecho de Magallanes. Habrá una segunda versión en Portugal en septiembre y estoy trabajando para una tercera versión en Tierra del Fuego en el verano del próximo año", remata Carrasco.

Julio carrasco escribió "El libro de los tiburones", "Sumatra" y "Despedidas antárticas".


"El meteoro"

Julio Carrasco

Ediciones Tácitas

145 páginas

$9.000

Por Cristóbal Gaete

"Escogimos como lugar para enviarlo a la nebulosa 'Saco de carbón', una región oscura de la Vida Láctea".

Carola del Río