La asertividad: un desafío personal
Texto de la Universidad Adventista de Chile reflexiona acerca de esta habilidad social y de lo necesario que es para el contar con una comunidad más respetuosa y dialogante.
El significado de asertividad según la Real Academia Española (RAE) es: "Expresar su opinión de manera firme".
La asertividad se define como la habilidad que permite a las personas expresar de la manera adecuada, sin hostilidad ni agresividad, sus emociones frente a otra persona. Las personas que poseen esta cualidad expresan de manera directa y adecuada sus opiniones y sentimientos, tanto positivos como negativos.
¿qué es ser asertivo o asertiva?
Un asertivo o asertiva es el individuo que al comunicarse usa esta cualidad para interrelacionarse con otras personas, en una conducta basada en el respeto hacia sí mismo, como hacia los demás. Esto implica comprometerse con los derechos de todos y todas, ser capaz de dialogar en la diferencia y tener la intención de llegar a acuerdos.
¿cuál es el perfil de una persona asertiva?
Si bien puede haber algunas diferencias entre los estudiosos de la personalidad, existen algunos rasgos que permiten reconocer a las personas que cuentan con esta cualidad, tan demandada actualmente. Estas son algunas de ellas:
1. Una persona asertiva siempre disfruta relacionarse con los otros, desechando la sensación de amenaza al momento de comunicarse con los demás.
2. Poseen una autoestima adecuada a su persona.
3. Se comunican, siempre en primera persona, entregando su opinión en forma responsable e individual. ("Yo digo, pienso o creo…". No usan el "me contaron que").
4. Son personas que emiten críticas responsables y también las aceptan, ambas desde el respeto mutuo.
5. Dicen "no", cuando deben decir "no" y, por sobre todo, saben cómo decir "no".
6. Son capaces de expresar, sin temor, lo que sienten en el momento, independiente si es negativo o positivo lo que deben decir.
7. Utilizan la comunicación verbal y no verbal adecuadamente, sin ser agresivos, pero siendo firmes.
8. No usan muletillas o modismos, que impidan una fluidez en lo que dicen, usando, además, un tono adecuado para expresarse.
9. Tienen un gran respeto por toda persona, independiente de su condición social, religión, principios políticos, raza, etc., exigiendo el mismo trato consigo mismo.
10. Una de las características más destacadas de los asertivos es que siempre están dispuestos al diálogo y a encontrar puntos de acuerdo con los otros.
11. Y, por último, los asertivos expresan sus opiniones sin miedos y con total libertad basada en el respeto mutuo.
En la universidad, espacio donde los jóvenes ponen en práctica gran parte de lo aprendido en sus respectivas familias y lugares de estudio, es el lugar donde se debe generar un ambiente en que se desarrollen las capacidades sociales, el respeto, la autoestima, alcanzar el equilibrio social para los demás y por sí mismo. La asertividad, es el punto clave entre los comportamientos socialmente aceptados por la comunidad civilizada y aquellos comportamientos que se salen de la norma social y se convierten en conductas de alto riesgo, rechazadas por la colectividad.
El defender las opiniones, creencias, principios e ideas, implica un ejercicio de respeto, al exponérselas a los demás y, ciertamente, una actitud similar cuando los otros no están de acuerdo e incluso expresan sus críticas ante los dichos de otros. Esto permite establecer límites claros, mejorar, sin lugar a dudas, la comunicación, respetando el espacio de los otros, siempre en un acto recíproco de tolerancia y consideración entre todos y todas.
Como todo esfuerzo, demandará persistencia y mucha energía. Es un trabajo que debe ser constante y permanente en el tiempo, de nada sirve tratar con deferencia y aprecio a los compañeros y profesores un día y, al siguiente, tener una actitud osca y poco sociable, gritar y vociferar, sin razón.
Algunas recomendaciones para lograr el objetivo:
Reglas: Las relaciones con las personas deben ser, siempre, claras (compañeros, profesores, otros) y que todos conozcan estas normas. Y de la misma forma estar al tanto de cuáles son las consecuencias de no cumplir dichas normas. El establecer límites claros en las relaciones, formales como informales, es necesario para un buen trato.
Nunca ser agresivos: Esto implica no actuar ni psicológica, ni físicamente, con una actitud que denote amenaza para el otro. Es decir, subir el tono en una discusión, responder en forma exagerada, molestar o reír de una opinión u otra actitud que degrade al interlocutor.
Expresar emociones: Es importante identificar las emociones y las de los otros, ser empático en otras palabras. Siempre reconocer que toda emoción es válida y que mientras se demuestren con respeto, deben ser aceptadas por los demás.
Estar dispuesto a escuchar: Esto no significa solo oír pasivamente, sino, por el contrario, escuchar de forma activa, todo lo que el otro desee expresar y, si se permite, expresar la opinión propia.
Qué hacer si se presentan conflictos: Lo más probable es que, en algún momento, se encuentre en una situación conflictiva, sin embargo, esto no implica una respuesta agresiva, por el contrario, el ser asertivo implica resolver los problemas sin agresiones, negociando opiniones, estableciendo acuerdos mínimos que permitan superar el impase. No involucrar a otros sino es necesario.
Ser respetuoso: Este el aspecto más importante de ser asertivo. Este deber ser, con los otros que no se conocen, con los que se conocen y, por supuesto, con uno mismo.
Estos son algunos de los pasos que se pueden seguir. Con el tiempo y la experiencia, seguro se pueden descubrir otros.
Siempre es agradable conversar y disfrutar de las experiencias vividas, expresar las opiniones y las emociones, esto permitirá estar conscientes del rol en el grupo y la sociedad, permitiendo construir una comunidad desde la experiencia individual y colectiva, basándose en el respeto mutuo y aprecio por los otros.
La asertividad permite que desarrollar seguridad en uno mismo, ser capaz de entregar opiniones sin temor al ridículo y alcanzar un buen concepto y autoestima de sí mismo. También tener mayor autonomía en la vida diaria, respeto y estima por las opiniones de los demás, valorándolas en su medida justa. Además, ser tolerante a las frustraciones porque se aprende a regular las propias, desarrollar destrezas para superarlas y ser capaces de enfrentar los obstáculos en la vida de una forma más efectiva, práctica y positiva.
¿CÓMO DESARROLLAR LA ASERTIVIDAD Y NO RENDIRSE EN EL INTENTO?