A medida que el invierno comienza a ceder dando paso al calor, se sienta nuevamente la fundada preocupación sobre los incendios forestales en la región de Ñuble. El miedo radica en los anuncios de expertos acerca de que las abundantes lluvias invernales podrían dejar una gran cantidad de vegetación que, combinadas con las altas temperaturas estivales, podrían ser el caldo de cultivo ideal para que el fuego ataque.
Conaf está trabajando con tiempo en materias de prevención. Actualmente, se encuentran levantando información de sectores prioritarios a nivel regional para la mantención y construcción de cortafuego, con lo cual se coordinará su ejecución con instituciones públicas y privadas (Mop, Vialidad, municipios y empresas forestales).
Así lo explica el director regional del organismo forestal, Renzo Galgani, añadiendo que durante todo el año, Conaf a trabajado en distintas líneas de acción, como el trabajo con la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) para identificar los riesgos y mediante una adecuada mantención en el despeje de los tendidos, minimizar los riesgos eléctricos. Además, han venido reuniéndose con diversas comunidades para entregar conocimientos preventivos y también han desarrollado jornadas de coordinación Bomberos, Carabineros, PDI, Ejercito y empresas forestales.
"La mayor precipitación que se ha registrado a la fecha respecto de años anteriores, puede conducir a pensar que tendremos una mayor disponibilidad de combustible para el verano que se nos avecina, pero esto dependerá principalmente de la extensión de las precipitaciones hacia el verano. No obstante, los vecinos deben trabajar en la preparación de su entorno para enfrentar eventuales incendios en los sectores de interface y áreas rurales", señaló.
Coordinaciones
En materia de equipamiento con el que cuenta Ñuble de cara a la temporada estival, Galgani sostuvo que Conaf posee a su haber una dotación permanente compuesta por jefes de brigada y personal técnico, lo que permite conformar rápidamente los equipos de combate al fuego y controlar emergencias en el menor tiempo posible.
"Además, se cuenta con el apoyo de Onemi en todo el sistema de protección civil. Adicionalmente, esta situación se replica en las restantes regiones, las que pueden prestar apoyo mediante solicitud al nivel central tanto en brigadas como equipos de combate aéreo institucionales (avión cisterna institucional, con base en el centro de mantenimiento en Curacaví)", dijo.
La situación no deja de ser de gran cuidado. El director regional de Conaf comentó que si bien la región de Ñuble tiene más de 1.172.315 hectáreas susceptibles de ser afectadas por incendios forestales, el mayor peligro y riesgo se concentra en los sectores de interface y aquellos con parcelaciones, donde conviven viviendas con una compleja mezcla de combustibles como pastizales, arbustos, árboles y desechos agrícolas en sus proximidades.
"Muchas veces la comunidad desconoce esta situación y es por ese motivo que concentramos nuestro principal accionar preventivo en estos sectores, principalmente en comunas de alto riesgo como Chillán, Chillán Viejo, Bulnes y Quillón. Sin perjuicio de aquello, mantenemos los trabajos preventivos en el resto de las comunas involucrado tanto a actores públicos como privados", finalizó.
"Los vecinos de sectores rurales deben trabajar en la preparación de su entorno para prevenir incendios forestales".
Renzo Galgani, Director Regional Conaf Ñuble
"El principal trabajo es con las comunidades de alto riesgo en comunas como Chillán, Chillán Viejo, Quillón y Bulnes".
Renzo Galgani, Director Regional Conaf Ñuble