Pueblos originarios
Hoy en día el sistema educativo busca revertir la pérdida y desvalorización de las lenguas y culturas, generando la necesidad de adecuar el currículo académico de jardines infantiles y escuelas donde asisten niños de pueblos originarios para desarrollar una mejor convivencia entre quienes poseen esta ascendencia y quienes no.
La terapia fonoaudiológica en la educación busca aumentar el vocabulario activo, es decir, aquel que una persona comprende y utiliza cuando lo requiere sin necesidad de ayuda, por eso esta especialidad debe dar alternativas de interacción en comunidad, reconociendo que el ser humano no es un sujeto aislado para trabajar el lenguaje.
El concepto de pueblos originarios forma parte fundamental de nuestra organización educacional, el cual busca contribuir considerablemente en el acercamiento de todas las culturas para garantizar el diálogo y su desarrollo sostenible que asegure un legado para generaciones futuras, reafirmando que la cultura debe ser considerada como el conjunto de los rasgos distintivos, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.
Incentivar el conocimiento de las lenguas y culturas indígenas presentes en los territorios de manera entretenida y desde la mirada de los niños, familias y equipos de los jardines infantiles y escuelas, ha permitido avanzar progresivamente en valorar y respetar a nuestros pueblos originarios, ayudar a disminuir la discriminación y fortalecer una educación Intercultural, plurilingüe e inclusiva.Paola Salgado, académica de la Universidad de Las Américas
Educación técnica
Esta semana el Ministerio de Educación dio el puntapié inicial al Mes de la Educación Superior Técnico Profesional. Las autoridades presentaron un calendario de cuatro semanas de actividades temáticas que desde su comienzo ha puesto la equidad de género y las diversidades como centro de conversatorios y presentaciones. Esta elección nos parece relevante y afortunada.
La construcción de una sociedad equitativa, sensible a las temáticas de género se puede fortalecer desde una educación no sexista que busque no profundizar los estereotipos, se eduque para evitar la violencia y proteja y concientice con relación a todo tipo de discriminación.
Las instituciones de educación superior tenemos la responsabilidad de procurar espacios nutritivos para todos y la Ley 29.369 es un impulso y guía adicional para avanzar con decisión en este camino.
La activación del Comité de Equidad de Género y Diversidades liderado por la División de Educación Superior Técnico Profesional del Mineduc, y formado por CFT e IP estatales y privados, del que tenemos la oportunidad de ser parte, sin duda será un apoyo significativo no sólo al cumplimiento de la normativa, sino a buscar más y mejores formas de impulsar estos temas en nuestras instituciones.
Con un recorrido de casi 80 años de historia en el país, la educación técnico profesional hoy acoge a más de 500 mil estudiantes, que merecen entrar en un sistema que los empodere y fortalezca, transformándoles en agentes de cambio y progreso para nuestro país, pero también los acoja, reconozca y valore en su diversidad, proporcionándoles una formación que contribuya a eliminar la discriminación y sesgos de género dentro de sus comunidades.
Loreto Ferrari, rectora de AIEP
Deuda
Agosto, sinónimo de Día del Niño. Una efeméride que debiese invitarnos a reflexionar sobre la niñez, el colectivo social más vulnerable y que sufre más severamente las crisis y los problemas del mundo. Y aunque la fecha es una invitación a celebrar, todavía hay aspectos en los que debemos mejorar para que la alegría sea completa.
Chile sigue en deuda con su niñez, especialmente con la más vulnerable e injustamente invisibilizada. Como nación, y pese a contar por fin con una muy postergada Ley de Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y Adolescencia, se ha avanzado tibiamente en reconocer a los niños como sujetos de derecho, con opinión, capaces de incidir en su propia vida y en el mundo que anhelan construir.
Un paso importante para la consolidación de la niñez como sujetos de derecho es el reconocimiento a nivel constitucional. No nos equivoquemos nuevamente. La nueva Carta Fundamental que rija al país debe reconocer a la infancia como sujetos de derecho para que puedan vivir en condiciones que les permitan un desarrollo armonioso, a la vez de ser protegidos contra todo tipo de violencia.
Esos elementos ya esgrimidos en cierta medida en la actual propuesta constitucional debieran ser mantenidos en cualquiera sea el proceso que la ciudadanía decida, pues nos permitiría pensar en un nuevo trato hacia la niñez con una base sólida y necesaria.
Harry Grayde Klennerx