Correo
11 años de Juan Fernández
A 11 años del trágico accidente de Juan Fernández, el espíritu de nuestro fundador Felipe Cubillos y el resto de nuestros compañeros nos acompaña más que nunca. Nos recuerdan que debemos luchar aún con más fuerza, siempre desde la libertad y la alegría por construir un Chile de más oportunidades y menos polarización.
Recordamos que el emprendimiento y la educación son las mejores herramientas de movilidad social y que no debemos descuidarlas, sino al contrario, debemos seguir impulsándolas con mayor determinación y fuerza, si de verdad queremos nivelar la cancha.
Los honramos también tendiendo día a día esos miles de puentes mágicos de ayuda entre quienes quieren ayudar y quienes necesitan ayuda y quieren salir adelante. Y sobre todo, a 11 años de su partida, se nos hace cada vez más patente la importancia de colaborar y coordinarse entre lo público y lo privado, otorgando soluciones eficientes y sostenibles a las comunidades de todo nuestro increíble país, sobre todo a aquellas más vulnerables.
Nicolás Birrell, Desafío Levantemos Chile
Tempus fugit
La expresión "el tiempo vuela" -derivada del latín "tempus fugit"- ronda a menudo en nuestras mentes, aún cuando ni siquiera estemos disfrutando de un buen momento. La sensación que el tiempo camina a un ritmo lento en nuestra niñez para después apurar el paso a medida que nos transformamos en adultos, es una experiencia universal.
Como destaca Stephen Hawking en su obra clásica "Historia del Tiempo: Del Big Bang a los Agujeros Negros", cada ser humano tiene su propia percepción del tiempo; no obstante, la edad y memoria juegan papeles importantes en ello.
En la niñez el proceso de aprendizaje nos lleva a coleccionar numerosas imágenes en nuestra memoria cuyo proceso nos hace sentir más largo el tiempo. En cambio, a medida que avanzamos en la vida de adulto -donde damos muchos hechos por sabidos-difícilmente coleccionamos imágenes que nos lleven a elongar el tiempo. Jugaba días atrás con uno de mis nietos y a la distancia vimos una mascota; yo dije: es un perro, "no abuelito es un gato, tiene sus orejas arriba, me corrigió".
Los niños también experimentan rutinas y momentos intrascendentes; sin embargo, ellos están siempre aprendiendo algo nuevo, nutriéndose con ideas que dejan impresiones duraderas en sus recuerdos. Como adultos, por supuesto que podemos alterar estas percepciones manteniendo nuestros cerebros activos, aprendiendo nuevas cosas, destrezas e ideas y explorando las nuevas avenidas que la vida diaria nos ofrece.
Salir a caminar o leer un buen libro, por ejemplo, tienden a aumentar nuestra sensibilidad y crear impresiones más duraderas acerca del paso del tiempo. Investigaciones empíricas indican que cuando somos niños, un año de vida equivale a mucho más que eso en términos porcentuales. "Para una persona de 10 años, un año es equivalente a un 10 % de su vida. Para una persona de 50 años, un año lo es al 2 % de ésta". De ahí que un año a los 50 de edad se siente más rápido que un año a los 10. Porcentualmente pasar de 10 a 11 años de edad equivale a pasar de 50 a 55 (i.e., 10/11=50/55).
El tiempo reloj y nuestro tiempo mental son cosas muy diferentes -"Think Well"- Clifford N.
Gustavo M. Astorquiza
Empatía en el país
En las votaciones del domingo no sólo se debatirá el Apruebo y el Rechazo, es mucho más que eso, es historia. Y todos lo sabemos.
Pero lo que realmente podemos determinar es la empatía y el egoísmo de los compatriotas. Estos dichos de: "es que mi negocio, es que mi país, es que mi familia, es que yo, es que yo, es que a mi…" no es más que la incapacidad casi cognitiva de poder ver y entender lo que le pasa también al otro.
La empatía no es dejar de ver lo que pasa contigo, sino poder ver además al otro y entenderlo. Esa opción es la que muchos no logran comprender. No se necesita tener hambre para poder sentir compasión por el que la sufre y darle una mano.
Catherine Gavilán Arel