La logística podría ser un factor determinante para el éxito de la temporada de exportación de cerezas hacia el mercado chino, afirmaron productores locales de la fruta.
Y es que, aunque la temporada de cosecha ya inició en algunos puntos de la región, la mayoría de las cerezas en Ñuble son de cosecha tardía, lo que podría dificultar la llegada al gigante asiático antes del Año Nuevo Chino.
Así lo detalló Álvaro Gatica, de la Asociación de Agricultores de Ñuble quien además es productor cerecero de la zona, y que confidenció que "no tenemos muchas expectativas, esperamos que sea mejor que el año pasado, pero lamentablemente en la región de Ñuble el 80% de las cerezas son tardías, esto significa que llegamos después del Año Nuevo Chino, entonces ahí tenemos el problema de que los precios bajan considerablemente".
Adicionalmente, existe incertidumbre respecto de cómo va a funcionar el transporte marítimo y las labores descarga en destino, especialmente luego de dos años de pandemia en los que los tiempos de espera en puerto fueron mayores.
"Tenemos la esperanza de que este año la parte logística, que fue un tremendo problema el año pasado para descargar en los puertos, junto a la falta de contenedores, no se demore tanto y podamos llegar con fruta de buena calidad", precisó el dirigente de los agricultores.
La variable del Año Nuevo Chino es importante, porque es la fecha en la que más consumen cerezas en el país asiático, no obstante, la celebración es de cálculo lunar y el próximo año va a caer el 22 de enero. De acuerdo al productor, y pese a que también se exportan cerezas a Estados Unidos y otros países asíaticos, más del 90% de la fruta se va a China porque los otros mercados se copan muy rápido.
Pese a todo, hay consenso en que este es un año de incertidumbres que debieran quedar atrás durante las temporadas siguientes, "a futuro tenemos cuatro o cinco años en que la fecha del Año Nuevo Chino va a ser más tardía y vamos a alcanzar a llegar, no tendríamos inconvenientes", afirmó Álvaro Gatica.
En la comuna de Quillón, la cosecha de las primeras cerezas de la temporada comenzó hace sólo unos días y los primeros mil kilos de fruta ya fueron enviados a la Vega Monumental de Concepción, en la vecina región del Biobío.
Daniel Monsalves, productor local, precisó que "esta es la primera cosecha de la variedad Early Burlat durante la temporada 2022 en el país. Es una cereza de alta calidad, que está llegando al consumidor a un precio de $3.000 el kilo".
Luis Monsalves, que también es productor cerecero de Quillón, dijo que la producción se ve bien, "pero el mercado se ve como están las cosas, más o menos no más (...) no alcanzamos a llegar al Año Nuevo Chino, y es uno de nuestros principales miedos, que no tengamos buenos retornos después, por la salida tarde, pero es un tema de fechas y no hay mucho que hacer".
Elena Yáñez, quien es asesora técnica del programa SAT Cerezas Quillón, aseguró que "viene una producción bastante buena, y eso lo atribuyo a que tuvimos un invierno con muchas horas frío, y eso para los cerezos es fundamental, incluso algunas variedades vienen con demasiada carga y hay recomendación de raleo".
No obstante, hay consenso en que el panorama comercial es más complejo, "hay mucha preocupación, porque el mercado de la cereza depende mucho de los chinos, y éste va a ser nuevamente un año complicado, como los dos anteriores, con un Año Nuevo Chino más temprano aún que el año pasado, lo que significa una semana menos, lo que a su vez hace que los precios caigan".
Desde el punto de vista de la innovación en la producción, Elena Yáñez afirmó que "hay una diferencia entre aquellos productores que están recibiendo apoyo técnico y los que no, y eso partió hace algunos años con un cambio de varietal". Así, la idea es avanzar hacia variedades más tempranas, que además sean del gusto del consumidor chino.
"Viene una producción bastante buena, tuvimos un invierno con muchas horas frío, y eso es fundamental".
Elena Yáñez, Programa Sat Cerezas - Indap