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El ADN muestra "foto" de una familia neandertal: padre, hija y parientes

GENÉTICA. El análisis permite inferir cómo se organizaban en sociedad hace 54 mil años. Entre los investigadores está el último Nobel de Medicina, Svante Pääbo.
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Agencias

El análisis del ADN antiguo de 13 individuos neandertales de dos cuevas de Siberia proporciona una instantánea de una familia neandertal, un padre y su hija adolescente, además de dos parientes, y arroja luz sobre su organización social.

Liderado por investigadores del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, el estudio se centra en los restos neandertales de las cuevas de Chagyrskaya y Okladnikov, que se encuentran a menos de 100 kilómetros de la cueva de Denisova; según los resultados, los neandertales ocuparon brevemente esos dos lugares hace unos 54.000 años.

Los investigadores, entre ellos el último premio Nobel de Medicina, Svante Pääbo, lograron recuperar el ADN de 17 restos neandertales, el mayor número jamás secuenciados en un solo estudio.

Los 17 restos proceden de 13 individuos neandertales (11 de Chagyrskaya y 2 de Okladnikov): 7 hombres y 6 mujeres, de los cuales 8 eran adultos y 5 niños y adolescentes.

Entre estos restos estaban los de un padre neandertal y su hija adolescente, describen en la revista Nature los autores, que también encontraron una pareja de parientes de segundo grado: un joven y una mujer adulta, quizá una prima, tía o abuela. El análisis indica que algunos vivieron en la misma época.

"El hecho de que vivieran al mismo tiempo es muy emocionante. Esto significa que probablemente procedían de la misma comunidad social, así que, por primera vez, podemos utilizar la genética para estudiar la organización social de una comunidad neandertal", afirma Laurits Skov, primer autor del artículo.

Hallazgo inesperado

Otro hallazgo sorprendente es la bajísima diversidad genética dentro de esta comunidad, consistente con un tamaño de grupo de 10 a 20 individuos.

Esta cifra, explican los autores, es mucho más baja que las registradas en cualquier comunidad humana antigua o actual y se asemeja más al tamaño de los grupos de especies en peligro de extinción.

Los científicos también descubrieron que la diversidad genética de los cromosomas Y (transmitidos por línea masculina) es mucho menor que la del ADN mitocondrial (transmitido por las madres) en los individuos, lo que sugiere que las mujeres tenían más probabilidades de emigrar que los hombres.

Los neandertales de Chagyrskaya y Okladnikov cazaban íbices, caballos, bisontes y otros animales que migraban por los valles fluviales a los que dan las cuevas.

Además, recogían materias primas para sus herramientas de piedra a decenas de kilómetros de distancia.

Según los investigadores, la aparición de la misma materia prima tanto en la cueva de Chagyrskaya como en la de Okladnikov apoya los datos genéticos de que los grupos que habitaban estas localidades estaban estrechamente vinculados.

Análisis anteriores de un dedo fósil de la cueva de Denisova demostraron que los neandertales también habitaron las montañas de Altái -donde están las dos cuevas ahora estudiadas- mucho antes, hace unos 120.000 años.

Sin embargo, los datos genéticos muestran que los neandertales de Chagyrskaya y Okladnikov no son descendientes de estos grupos anteriores, sino que están más relacionados con los neandertales europeos.

Los autores advierten de que el tamaño de la muestra utilizada para este trabajo es pequeño y puede no ser representativo de la vida social de toda la población neandertal, por lo que estudios futuros deberán incluir más individuos de otras comunidades para arrojar más luz sobre las organizaciones sociales de "nuestros primos cercanos".

El James Webb permite ver "Los Pilares de la Creación" llenos de estrellas

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El telescopio espacial de la Nasa James Webb ofreció una imagen inédita de los icónicos Pilares de la Creación, una región de aspecto fantasmagórico donde se forman nuevas estrellas dentro de densas nubes de gas y polvo y de la que ahora llega una visión mucho más nítida.

Esta nueva fotografía, facilitada ayer, según dijo la agencia estadounidense en un comunicado, "ayudará a los investigadores a renovar sus modelos de la formación estelar mediante la identificación de recuentos mucho más precisos de estrellas recién formadas".

Con el tiempo, añadió la agencia, "los científicos comenzarán a desarrollar una comprensión más clara de cómo las estrellas se forman y salen despedidas de estas nubes polvorientas en el transcurso de millones de años".

Las tres columnas de esta formación están compuestas por gas y polvo interestelar fresco que a veces se ven semitransparentes en la luz del infrarrojo cercano.

La Nasa detalló que, aunque los pilares parecen arcos y columnas "que emergen de un paisaje desértico", están llenos de gas y polvo semitransparentes y en constante cambio.

La imagen ubicada dentro de la gran Nebulosa del Águila, que se encuentra a 6.500 años luz de distancia de la Tierra, tiene como protagonistas a las estrellas recién formadas. Son los orbes rojos brillantes que aparecen en la punta de uno de los pilares.

"Cuando se forman nudos con suficiente masa dentro de los pilares de gas y polvo, estos comienzan a colapsar bajo su propia gravedad, se calientan lentamente y por último forman nuevas estrellas", recalcó la administradora espacial.

A su vez, las líneas onduladas que parecen lava en los bordes de algunos pilares son eyecciones de estrellas que todavía se están formando dentro del gas y el polvo.

Captados en 1995

Los Pilares de la Creación fueron captados por primera vez en 1995 por el telescopio espacial Hubble, lanzado en abril de 1990 desde la base de Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, a bordo del transbordador Discovery.

El James Webb es una misión conjunta de la Nasa con la agencia europea (ESA) y la canadiense (CSA) y fue lanzado en diciembre del año pasado.

Es el mayor que se ha enviado al espacio, ofrece una vista inédita del Universo a longitudes de onda del infrarrojo cercano y el infrarrojo medio, y permitirá estudiar una gran variedad de objetos celestes, desde galaxias vecinas hasta los confines más distantes del Universo.

¿Fueron carnívoros? otro estudio sugiere que sí

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Si comían o no carne los neandertales sigue siendo objeto de discusión científica. Mientras que algunos estudios del sarro dental de individuos de la Península Ibérica parecen mostrar que eran grandes consumidores de plantas, otras investigaciones parecen sugerir que no consumían casi nada más que carne.

Un nuevo estudio va en esta última línea y sugiere que esta especie extinta fue carnívora.

Los resultados se publican en la revista PNAS, en un artículo liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS).

Los investigadores utilizaron por primera vez el análisis de isótopos de zinc para determinar la posición de los neandertales en la cadena alimentaria y sus resultados, a partir del análisis de un molar fósil hallado en el yacimiento de Gabasa, en Huesca, España, apuntan a que parecen haber sido carnívoros, resume el CNRS.

Hasta ahora, para determinar la posición de un individuo en la cadena alimentaria, los científicos tenían que extraer proteínas y analizar los isótopos de nitrógeno en el colágeno del hueso, detalla el CNRS.

Sin embargo, este método muchas veces sólo puede utilizarse en entornos templados y en raras ocasiones en muestras de más de 50.000 años.

Cuando no se cumplen estas condiciones, el análisis de los isótopos de nitrógeno es muy complejo o incluso imposible. Este fue el caso del molar analizado en este estudio.

Ante estas limitaciones, Klevia Jaouen, investigadora del CNRS, y su equipo, decidieron analizar las proporciones de isótopos de zinc presentes en el esmalte del diente, un mineral resistente a cualquier forma de degradación.

No solo un diente

Según el centro, por primera vez se utiliza este método identificar la dieta de un neandertal: cuanto más bajas sean las proporciones de isótopos de zinc en los huesos, más probable es que sean de un carnívoro.

El análisis se realizó también con huesos de animales de la misma época y zona geográfica, incluyendo carnívoros como linces y lobos, y herbívoros como conejos y gamuzas.

Los resultados mostraron que este neandertal era probablemente un carnívoro que no consumía la sangre de sus presas y, por los huesos hallados en el yacimiento, también comía la médula ósea de sus presas, sin consumir los huesos.