Las celebraciones de fin de año, son para las familias la instancia precisa de reunión alrededor de la alegría, el aprendizaje y los proyectos futuros. Estos momentos de cierre de ciclo, también da cabida a las fiestas, el baile, la conducción y el consumo de alcohol. En el camino de los derechos que tenemos como ciudadanos, es preciso recordar y recalcar que nuestra condición también reconoce los deberes que tenemos como sociedad.
Cuando accedemos a una actitud y acción negligente, nos exponemos gratuitamente a una situación compleja, muchas veces acompañada de dolor y de resultados que son irreversibles, por lo que, una acción temeraria, podría perfectamente dañar a quienes más nos importan.
Durante este año 2022, como Carabineros registramos más de 2.400 accidentes de tránsito en la región, provocados por la acción negligente de conductores y peatones que no asumieron su responsabilidad en la prevención de estos siniestros y que, aun cuando conocían plenamente las condiciones ideales para transitar, escogieron la alternativa del riesgo.
En estos accidentes, 65 personas perdieron la vida y más de 100 resultaron con lesiones de diversa categoría.
El fin de semana del último Año Nuevo, Carabineros cifró 29 accidentes tránsito, que dejaron a 24 personas lesionadas, algunas de ellas graves, en hechos donde se vieron involucrados jóvenes, niños pequeños y personas de la tercera edad, quienes sin duda comenzaron, desde aquel instante, a vivir una vida diferente.
Precisamente ese es el anhelo que como Carabineros buscamos transmitir, un cambio de mirada y de percepción antes de la tragedia, antes de la tristeza de perder a un ser querido y de reasumir la propia existencia de un modo distinto.
En nuestras campañas preventivas hemos hecho hincapié en que la seguridad es tarea de todos; si bien nuestros equipos estarán dispuestos en cada rincón de Ñuble para evitar accidentes, es vital que cada uno pueda hacer autocuidado y aportar efectivamente a la prevención.
Vivamos la espiritualidad que el Año Nuevo nos invita a disfrutar, con amor, con responsabilidad y con compromiso.
Coronel David López Oyarce,
prefecto de Ñuble