De la Escuela Nueva a la Nueva Escuela
Amanecía el siglo XX y educadores como Darío Salas Díaz, Amanda Labarca Pinto y Gabriela Mistral compartían las ideas de la "Escuela Nueva", los "Métodos Activos de Enseñanza" y "Aprender Haciendo". Sí, efectivamente esos mismos métodos tan difundidos y de moda hoy en día.
Por ejemplo, Gabriela nos recuerda que el proceso educativo debe poner al estudiante en el centro, como sujeto activo, desechando la instrucción tradicional, catedrática, expositiva, que solo ofrece datos y un bagaje de ideas que en muchas ocasiones carecen de sentidos para el alumnado.
La escuela debe formarlos para la vida, para vivir en y con la incertidumbre. Retomemos la senda que nos marcaron Darío, Amanda y Gabriela; construyamos ahora una Nueva Escuela, en tanto institución social para el progreso y el bienestar de todos y todas, pero también para el fortalecimiento de la democracia. Ese es el desafío y exigencia que nos plantean los ciudadanos y ciudadanas del siglo XXI, que hoy están en nuestras aulas.
Juan Luis Nass Álvarez
Educación rural viva
Durante el año pasado vimos cómo los reiterados hechos de violencia en los establecimientos educacionales de la capital despertaron la atención de los distintos medios de comunicación. Por un lado, imágenes y videos de agresiones entre estudiantes, y por otro, violencia de índole delictiva con enfrentamiento a Carabineros, incendios de oficinas y producción de bombas molotov de por medio, por mencionar algunos.
Mientras en Santiago parecía que los patios se transformaban en campos de batalla, en otros lugares del país, como en nuestra región y luego de dos años alejados, vimos a miles de familias y comunidades educativas buscando las mejores alternativas para volver a la presencialidad. Ese esfuerzo es aún mayor cuando se trata de escuelas rurales y como bien se señaló en este medio, en Ñuble 230 de los 430 establecimientos corresponden a instituciones con esas características, alojando a más de 15 mil estudiantes, 2.500 profesores y 1.400 asistentes de la educación.
La educación rural está más viva que nunca en la región y para que así se mantenga, todo plan estratégico o de fortalecimiento debe abarcar al menos dos ámbitos: institucional, que considere el empoderamiento y autonomía de los equipos directivos, así como más recursos disponibles; y pedagógico, la entrega de herramientas innovadoras y tecnológicas que consideren el contexto particular
Simón Pinto,
investigador Acción Educar
Funas y Estado de Derecho
En innumerables ocasiones hemos sido testigo de cómo las redes sociales reprochan el actuar de una persona que supuestamente cometió un hecho repudiable, aun cuando no se cuenta con pruebas ni mayores antecedentes de los acontecimientos que verdaderamente ocurrieron, vulnerando de forma flagrante toda garantía fundamental, especialmente el debido proceso y el principio de inocencia.
Los usuarios de plataformas digitales como Facebook, Instagram y Twitter, entre otras, se encargan de enjuiciar, mejor dicho, de condenar y lapidar públicamente a un individuo sin miramientos, enlodando de forma masiva y sistemática la imagen de un ser humano, dejando de lado todo tipo de empatía y el daño colateral que estos acontecimientos pueden causar en la vida de la víctima de una funa. Porque claro está que a la hora de difundir para criticar todos son muy solidarios, pero si esa persona no tuvo responsabilidad en ese hecho repudiable, ninguno de estos "ciber-jueces" se retracta o se ocupa de limpiar la honra del "acusado".
En este orden de ideas, es pertinente mencionar que dentro de los medios de solución de conflictos prohibidos encontramos la autotutela (justicia por mano propia), categoría en la cual "la funa" perfectamente puede ser encasillada. Mecanismo arcaico y que además es ilícito, salvo excepciones, como por ejemplo, la legítima defensa.
xAsí las cosas, la justicia por mano propia no garantiza el triunfo de la verdad ni de la justicia. Por el contrario, es una afrenta a la democracia y al Estado de Derecho, toda vez que el Estado, a través de su función jurisdiccional, encarga a un tercero imparcial (un juez), el conocimiento, juzgamiento y ejecución de los conflictos entre particulares, promoviendo mediante la tutela de derechos, el respeto por el orden jurídico y la paz social.
Patricio Pereira, académico de la Universidad de Las Américas