Patricio Vera Muñoz
Tras el paso de los incendios forestales por la Región de Ñuble, muchas organizaciones han visitado el territorio ofreciendo ayuda y visualizando la magnitud de lo ocurrido. Una de ellas es la propia Organización de Naciones Unidas (ONU), quienes tras diagnosticar lo ocurrido en la zona, sostuvieron ayer una reunión con los equipos del Gobierno Regional para coordinar diversas acciones a materializar.
Si bien el tema central de conversación fue la emergencia y sus consecuencias en Ñuble, también hubo espacio para debatir acerca de las brechas existentes entre comunas, las que le endosan a la región cifras importantes de pobreza y desigualdad.
"Hemos enfocado el trabajo en al menos, tres áreas. Primero, como estamos preparados para enfrentar la gestión de riesgos y las brechas que existen, por lo que hemos acordado ir fortaleciendo la planificación territorial", aseguró el gobernador regional, Óscar Crisóstomo.
La autoridad detalló que esta labor se suma a la gobernanza en la toma de decisiones, recordando la solicitud hecha al nivel central en cuanto que los gobiernos regionales deben encabezar los comités de emergencia.
"Asimismo, un segundo punto de trabajo tiene que ver con la planificación urbana y cómo la fortalecemos, de qué manera trabajamos también en las zonas intermedias. En base a esta emergencia, debemos sacar lecciones y una de ellas es que no tenemos un ordenamiento territorial en el mundo rural", explicó añadiendo que la tercera esfera de trabajo tiene que ver el desamparo de ciertos grupos sociales y del mundo productivo.
Una nueva oportunidad
Por su parte, la coordinadora residente de la ONU en Chile, María José Torres, sostuvo que parte de su labor corresponde a detectar aquellos puntos de gestión que requieren ser perfeccionados y acompañar a las instituciones en dicho proceso.
"Hemos visto un gran avance en materia de gestión frente a los incendios forestales desde 2017 a la fecha. Se incorporaron muchas de las lecciones y ahora debemos concentrarnos en ver como le damos esa cara humana al desastre y a la recuperación", precisó.
Torres fue enfática al mencionar que las personas deben estar en el centro del trabajo. En ese sentido, agregó que en los próximos cuatro años deben ofrecerse nuevas alternativas que vayan más allá del acompañamiento, lo que sólo se puede lograr con un sólido planeamiento territorial.
"Estos son desafíos que no son fáciles y no hay país que no se encuentre frente a esta situación. La invitación es a ver este desastre como una gran oportunidad para hacer las cosas distintas y acompañar este proceso de planificación territorial con el diálogo con las comunidades y el sector privado. Todo eso puede hacer la diferencia para no volver a lo de antes, pero si para imaginarse la región de Ñuble de una manera distinta", dijo.
La coordinadora residente de ONU en Chile puso a disposición toda la logística de la organización mundial para que dichos objetivos se cumplan cabalmente en la región de Ñuble, aprovechando la oportunidad que se abre.
Un programa de apoyo
La labor de las Naciones Unidas en el país está presente desde hace más de 70 años y actualmente, cuenta con el apoyo de 19 agencias, fondos y programas que se desarrollan en todo el territorio. En septiembre del 2015, Chile suscribió al cumplimiento de un nuevo programa de desarrollo sostenible: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que es un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que además tiene por objeto fortalecer la paz a nivel global. Es este plan el que marca el trabajo de ONU en el país.