Cámara condena "actos irracionales de violencia" del 18-O: FA y PC se opusieron
RESOLUCIÓN. Proyecto de diputados de la UDI recibió 74 votos a favor, principalmente de la oposición, y también de un oficialista. Se pide que "nunca más" dirigentes políticos alienten el vandalismo. Emilia Schneider (CS) dijo que "no vamos a pedir perdón".
En medio de un ambiente tenso por la cercanía de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado el próximo lunes, la Cámara de Diputados aprobó ayer un proyecto de resolución que condena los actos "irracionales de violencia" ocurridos durante el estallido social del 18 de octubre de 2019, lo que encendió nuevamente los ánimos en el Congreso.
El texto fue presentado por los diputados de la UDI Jorge Alessandri, Sergio Bobadilla, Juan Antonio Coloma, Eduardo Cornejo, Juan Fuenzalida, Cristián Labbé, Henry Leal, Natalia Romero, Renzo Trisotti y Flor Weisse, y en él se propone "condenar los actos irracionales de violencia cometidos a partir del 18 de octubre de 2019 en nuestro país, para que nunca más los dirigentes políticos caigan en la irresponsabilidad de alentar la violencia y el vandalismo, ni guardar un silencio culposo".
Asimismo, indica que "la tesis octubrista perdió toda legitimidad cuando la mayoría de los chilenos rechazaron una propuesta constitucional partisana, refundacional y maximalista, que reflejaba lo contrario a lo que la sociedad chilena desea para su patria, como la unidad, el respeto hacia la autoridad y la defensa de nuestras tradiciones, costumbres y emblemas".
En la Sala de la Cámara recibió 74 votos a favor, 43 contra y 14 abstenciones, respaldado por los legisladores de oposición, aunque el diputado Raúl Soto (PPD) lo suscribió y los diputados socialistas Daniela Cicardini, Danisa Astillado, Leonardo Soto, Ana María Bravo y Marcos Ilabaca se abstuvieron, igual que la militante de Revolución Democrática Consuelo Veloso y el radical Alexis Sepúlveda.
No se trata de una propuesta nueva, ya que inicialmente fue presentada el año pasado y recién se votó ayer, cuando las recriminaciones se han agudizado en Congreso en el marco los 50 años del golpe de Estado.
Posiciones radicalizadas
En ese contexto, el diputado Cristián Araya (Republicanos), se manifestó a favor del proyecto y argumentó que "en los últimos cinco años este Congreso ha tenido la oportunidad de condenar, en al menos dos oportunidades claras, la violencia. La primera ante el movimiento insurreccional del 18 de octubre, pero ¿qué hicieron? Comunistas y frenteamplistas legitimaron la violencia, validaron los subversivos, incluso los recibieron con aplausos como héroes a los encapuchados".
El parlamentario añadió que "el año pasado tuvieron la oportunidad de reivindicarse, pero no aprobaron un proyecto de ley que modificaba la ley orgánica de partidos políticos para rechazar explícitamente la violencia. Socialistas, comunistas y frenteamplistas votaron en contra. Queda claro dónde están".
La diputada Emilia Schneider (CS) contestó que la derecha "lleva un buen tiempo tratando de reducir el análisis de lo que ocurrió en nuestro país en los últimos años a una competencia por quién condena más uno u otro hecho, cuando en realidad es una forma pura de ocultar que no tienen la voluntad de entender o hacerse cargo del profundo malestar ciudadano que apunta a toda la política".
"Desde la izquierda nunca hemos tenido un complejo con condenar la violencia y la delincuencia, a diferencia de ustedes, que aún justifican el terrorismo de Estado de la dictadura de la que fueron parte. Reivindicamos el derecho a la manifestación social y condenamos tajantemente las violaciones a derechos humanos en donde sea y cuando sea; en este caso las que ocurrieron en el Gobierno de su Presidente Piñera. Por eso no vamos a pedir perdón", dijo.
Hutt expuso su "nunca más"
La presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, reveló detalles de la declaración alternativa a la que elabora Chile Vamos, que se niega a suscribir el "Compromiso de Santiago" del Gobierno. En radio Universo, planteó que "justificar la violencia como modo de protesta es algo que no debería ocurrir nunca más y de eso uno esperaría algo de reconocimiento. Estas cosas no han dejado al país indiferentes y han dejado muchas huellas y no aparecen como compromisos de que no deberían repetirse. No son comparables al golpe de Estado, pero son debilitamientos de la democracia".