Vivian Beñaldo Catalán
En varias comunas de la región se llevan a cabo la tradicional vendimia, como es el caso de San Nicolás, que recientemente congregó a más de 1.300 personas a través de la festividad costumbrista gratuita organizada por el Comité Campesino Esmeralda de Lonquén. Mismo caso es el que vivirá Quillón mañana, cuando se lance dicha festividad en la comuna lacustre. En ese contexto, al margen de la festividad, desde el rubro productivo, pese a la crisis del sector, manifestaron que seguirán cosechando la uva.
A pesar de que el valor del precio por kilo de uva mejoró dependiendo el lugar, los viñateros concuerdan de manera transversal que no alcanza para recuperar inversión, los altos costos de producción y mano de obra. A eso, se agrega por parte de los agricultores que, por las últimas lluvias, mucha de la uva se vio afectada por infecciones, y la producción en general disminuyó considerablemente en comparación a otros años.
Así lo detalló Yenny Baeza, dirigente viñatera de Ránquil, quien declaró que "en mi caso estamos realizando vendimia, pero hay muy poca uva. Se está pagando la uva país a $120 pesos, dicen que se puede llegar hasta $150, sin embargo, los escasez de uva es demasiada, hay mala producción este año".
Referente a cómo es el pago de la mano de obra, Baeza sostuvo que "nadie está pagando menos de $500 pesos por una gamela por trabajador, en unos casos se les paga $700 pesos con derecho a comida o en otros sectores mil pesos, lo que se traduce a que la ganancia no es nada. Se está vendiendo a los precios mencionados para no dejar las parras botadas y tratar de recuperar en algo la producción, pero no hay mano de obra y lo que queda es muy poco para el bolsillo en sí".
Por otro lado, Juan Carlos Lagos, viñatero vice presidente de Cerro Negro en Quillón, referente a los cambios que han experimentado en cuanto a los precios, precisó que "los precios partieron muy por debajo de los costos de producción comenzaron a pagar $120 por la blanca y $80 por la negra, pero como hay una merma importante de la uva a nivel nacional, ya sea por la sequía del norte o las enfermedades de la zona central, los precios aumentaron. Ya la uva blanca va en $180 y la uva país en $140, con esto recuperamos la inversión en un porcentaje, pero no se gana".
Lobesia botrana
Entre las dificultades que se han encontrado además de los altos costos, les surgió una nueva dificultad, que es la aparición de la lobesia botrana o la polilla de racimo, un insecto cuya larva se alimenta del racimo de uva. Este insecto provoca daño directo, al alimentarse de los racimos, los cuales posteriormente se pudren y/o deshidratan, si no se toman las medidas de control.
"Nos golpeó fuerte los productores tuvieron que aplicar líquido y quienes no lo controlaron tienen daños importantes en sus viñedos, y los precios que se pagan no alcanzan a cubrir ese gasto, que producto de las lluvias y a lobesia, afectó a la producción ya que hay un alto grado de pudrición", agregó Lagos.
"Ya la uva blanca va en $180 y la uva país en $140, con esto recuperamos la inversión en un porcentaje, pero no se gana".
Juan Carlos Lagos, Covicen Quillón
Lamentan pérdidas y piden referencia
Un caso muy distinto es el de Seferina Riquelme, presidenta de las Viñateras Bravas del Itata, asociación que desde años viene denunciando que los precios no son publicados por Odepa, lo que ha dificultado los ingresos.
"Odepa, hasta el momento, no está haciendo su trabajo. Es lamentable porque las pérdidas son enormes, yo acá tengo un pedazo que generalmente lo dejaba como para consumo de casa, esa tiene el año pasado me dio 407 cajas; este año saque 130 cajas, la pérdida es enorme".