Un reparto solidario
Señor Director:La reforma previsional tiene un antes y un después de la crisis social, y un cambio relevante es que parte de cotización adicional, a cargo del empleador, será destinada a reparto.
En temas de previsión, hablar de reparto no es sinónimo de solidaridad, pero si se hace una distribución correcta de dicha cotización, entonces si podemos hablar de solidaridad y de mejores pensiones.
Dos herramientas complementarias mejoran de manera directa las actuales y futuras pensiones. La primera es el seguro de longevidad, el cual mejora inmediatamente las pensiones en un 20% según expertos, al acotar los años de pago de pensión, y segundo, extender el bono por años cotizados a los actuales pensionados, lo cual premia a quienes cotizaron y que ahora están pensionados.
Con ambas propuestas, el reparto tradicional toma un concepto de solidaridad real, pues por un lado se mejoran todas las pensiones con el seguro de longevidad, y adicional a eso también aquellas menores a 25 UF, pues el bono por años cotizados focaliza el beneficio. También es el momento de aumentar la edad de referencia de pensión, por impopular que sea, pero estamos en un momento en que todos debemos ceder por mejores pensiones.
Eduardo Jerez Sanhueza.
La anti política
Señor Director:De la frase las instituciones funcionan parece que pasamos a las instituciones no importan. El necesario justo medio, tan necesario desde un punto de vista político, no se asoma ni por si acaso en medio de la fogata donde se aglomeran muchos que parecen soñar con quemarlo todo. Y esto no se trata de que hacer prevalecer un criterio de razonabilidad se convierta en un mecanismo de defensa del status quo, que siempre puede ser reformado, sino que se trata de que sea el dique para evitar el reino de la arbitrariedad, tan visible en la violencia sustraída a toda norma de los encapuchados, los vándalos y saqueadores.
Muchos azuzan esos vientos de forma abiertamente irresponsable bajo la presunción de que así, mediante la violencia, harán crecer la democracia. No están entendiendo que la Política no puede fundarse en la moral de la pandilla. Ese es el terreno fértil para los caudillos, los populistas y los déspotas. Porque la turba liberada de todo criterio no da paso al imperio de la Justicia sino de la arbitrariedad. Ningún cambio es viable en ese terreno donde se prescinde de las instituciones, sobre todo políticas. Hoy varios parecen dispuestos a llevar a la democracia chilena a las máximas tensiones. Bajo una idea distorsionada de lo que es la Política, comienzan a abrir paso a la anti política.
Jorge Gómez Arismendi.
¿Salud de calidad?
Señor Director:La semana pasada le llovieron las críticas al Ministro Jaime Mañalich por decir que "el sistema de salud chileno es uno de los mejores y más eficientes del planeta". Pero en estricto rigor, siendo muy objetivos y riguroso con los datos, tiene razón, no ésta mintiendo.
El 2017 Chile tenía el 8° sistema de salud general más eficiente del planeta (Bloomberg), el 8° gasto público en salud más eficiente del planeta (BID) y era uno de los 50 países con mejor acceso a la salud (The Lancet). En América, los indicadores de salud de Chile sólo son superados por Canadá (OMS, OPS). Es cierto que existen muchísimos problemas y enormes desafíos pendientes en la salud chilena, y que el sistema está demasiado colapsado, sobre demandado y exigido, pero no se pueden negar los avances gigantescos que se han logrado en Chile en el último tiempo. El aumento de las patologías Auge, el Plan Nacional del Cáncer y el incremento de hospitales de última generación, son excelentes ejemplos de cómo nuestras políticas siempre van enfocadas en mejorar la eficiencia, eficacia y la calidad de la salud para todos los chilenos.
Soledad Rodríguez.
Informes sobre DD.HH.
Señor Director:Recientemente se publicó el informe de Human Right's Watch, un trabajo minucioso sobre los hechos ocurridos las últimas semanas en Chile ¿En qué se diferencia con el análisis hecho por Amnistía Internacional?
Los datos no mienten, este mes hubo importantes casos de abusos y violaciones a los DD.HH hacia manifestantes y transeúntes. Sin embargo, HRG realizó una investigación detallada evaluando diferentes aristas. No partió de la base de supuestos para ensañarse con un bando u otro, sino que recogió rigurosamente los datos para generar recomendaciones que sí aporten a mejorar las dinámicas que se dan en las manifestaciones.
A diferencia de Amnistía Internacional, que sostuvo juicios parciales y unilaterales sobre la violencia en las protestas, dejando entre ver mala fe y parcialidad. Tiempos desesperados requieren medidas sensatas, y hoy más que nunca necesitamos de organismos que se tomen su trabajo con la seriedad y rigurosidad que corresponde.
Bárbara Haas, Fundación para el Progreso.