"El ajedrez es infinito...No he ganado un mundial todavía, así que estoy motivado"
Gran Maestro desde 1980, Iván Morovic ha llevado una vida ligada al ajedrez. Y a sus 56 años, el viñamarino sigue incombustible. En noviembre, participó en el Mundial Senior en Bucarest, Rumania, igualando en el segundo lugar con el GM local Vladislav Nevednichy, y por detrás, a medio punto, del campeón, el ucraniano Vadim Shishkin, quien finalizó con 9 de 11 puntos.
En el campeonato para mayores de 50 años, que se jugó bajo la modalidad de sistema suizo a once rondas, Morovic terminó en calidad de invicto tras seis victorias y cinco tablas entre 138 participantes de alrededor de 70 países, incluyendo todas las potencias, como Estados Unidos, Rusia, Armenia, Ucrania, Georgia, Rumania, Alemania y Serbia, entre otras.
-¿Con qué sensaciones se quedó después del certamen, donde estuvo muy cerca de ganarlo?
- Yo no jugaba en el equipo chileno desde la Olimpiada de Ajedrez de septiembre del año pasado. Son 14 meses, entonces al principio entré frío. Gané la primera partida, la segunda la tuve ganada y se me escapó, y después sumando y restando, de los cinco empates tuve cuatro partidas ganadas completas, incluido el ucraniano (Vadim Shishkin), entonces si hubiera ganado esas partidas habría hecho 10 puntos y medio de 11, o 10 de 11, sin exagerar, y de repente cuando ya agarré ritmo de juego fue sobre la mitad para adelante y metí 4 y medio de 5. Súmale a eso que el ucraniano estuvo perdido en un par de partidas e increíblemente se salvó, y le significó llevarse el torneo con 9 puntos, que es una gran cantidad de puntos, lo que es meritorio para él. Con esto quiero decir que estuve muy cerca de ganar. Yo iba para ganar el torneo, si bien es cierto es un buena actuación el segundo o tercer lugar, yo quería ganar. Y los tipos con los que en alguna época jugamos en la alta competencia, con Shabalov (Alexander), Kiril Gerogiev, número uno preclasificado, y Yermolinsky (Alex), de Estados Unidos, quedaron detrás mío, no anduvieron nunca peleando el primer lugar.
- ¿Qué pasó que estuvo tanto tiempo alejado de la alta competencia?
- Buena pregunta, pero no lo voy a hacer más. Quiero ganar este torneo el próximo año. Necesito más actividad, obviamente. Teóricamente llegué muy bien preparado, de hecho, las mejores partidas del torneo en general fueron las mías, pero claro, no ganar las partidas ganadas, significa al final no ganar el torneo. Eso debido a la falta de práctica, tengo que jugar un poco más, ojalá unos cuatro o cinco torneos en el año antes del próximo mundial, que va a ser en Italia. Quedé con gusto a poco.
- ¿Qué siente al estar en la cúspide del deporte ciencia por tantos años?
- El ajedrez es infinito, fantástico, hay que seguir aprendiendo, siempre tiene nuevas estrategias, nuevos planteos, hay que estudiar, repasar lo que uno sabe, pero siempre crear cosas nuevas, no se termina nunca de aprender, así que estoy motivado para el próximo año. No he ganado un Mundial todavía, así que estoy doblemente motivado, quiero alguna vez ganar uno. En este Mundial de mayores de 50 años me gustaría jugarme mis opciones para más adelante y tengo que prepararme para eso. Me motiva el ajedrez, yo igual entreno al equipo olímpico chileno y hago asesorías a algunos jugadores que están entre los diez primeros del mundo hoy, y me mantengo viendo los acontecimientos, las últimas partidas de los campeonatos del mundo, los torneos de primer nivel, y yo mismo entreno para mí, y me gusta. A pesar de que no juego la cantidad que jugaba antes, el ajedrez me sigue gustando.
- ¿Hay Iván Morovic para rato?
- Espero que sí, me gusta mucho la competencia, entrenar, estar enseñando.
- ¿Pero cuál es la receta para mantenerse vigente?
- Las ganas, la motivación. Cuando se pierde la motivación, se pierde todo, y la motivación la puedes perder a los 20 o 30 años y ahí ya no hay nada que hacer. Un jugador emblemático que estuvo en Chile dos veces, Víktor Korchnói, siguió jugando hasta los últimos años de su vida, sobre los 70 años le ganaba a los más pintados, y súper motivado. No es el caso de Kaspárov, que se retiró del ajedrez joven, perdió la motivación, y le cuesta mucho jugar, no entrena, tiene la cabeza en otras cosas. Cuando estás motivado y te sigue gustando el ajedrez, eso es de larga data. Tengo 56 años, y uno puede pensar que tengo que jugar mucho mejor ahora que cuando tenía 26, pero no es así porque a esa edad tienes más fuerza, más energía física, el sistema nervioso funciona mejor, entonces, una cosa por otra, esa energía hoy la compenso con la experiencia.
¿Qué vínculo tiene hoy con el ajedrez chileno y cómo ve la manera en que se está trabajando?
- Hay muchos talentos. De los jugadores más jóvenes está Cristóbal Henríquez y Pablo Salinas, entreno con ellos y habitualmente vienen a Viña del Mar. Tuvimos una actuación bastante buena en la Olimpiada pasada, y creo que se puede mejorar mucho. Hay una mezcla de jugadores con más experiencia, como yo y eventualmente Rodrigo Vásquez, y estos dos muchachos, ahí se da una combinación de jugadores jóvenes, con más energía, dispuestos a la lucha y motivados, con jugadores con más experiencia. Esa combinación es buena. A futuro pienso que Chile va a lograr un equipo olímpico de los más competitivos de la historia. Vamos a lograr un nivel bastante alto de aquí a tres o cinco años. En un momento tuvimos un nivel muy alto en Dubai en 1986, que fue una de las mejores actuaciones, le ganamos a Cuba, Argentina, empatamos con los campeones del mundo y los campeones olímpicos, en fin, creo que podemos acercarnos a ese nivel hoy con esta generación de jugadores que tenemos.
Convertido en una cábala para Everton
Hincha de Everton, Iván Morovic viene trabajando de la mano con el cuadro oro y cielo durante el último tiempo. Lo hizo el año pasado, en los momentos más complicados, prestando asesorías a jugadores y cuerpo técnico, labor que repitió este año también con Javier Torrente en la banca viñamarina. "No son tan distintas las disciplinas, tienen muchas cosas en común", explica, detallando en especial las variables estratégicas y psicológicas. Un concepto clásico que trata en las charlas es el dominio del centro, un elemento de estrategia táctica muy importante. También la importancia de la concentración. "La idea es desarrollar un pensamiento estratégico en los jugadores y el cuerpo técnico", dice el viñamarino, añadiendo que "soy la cábala, no van a dejar que me vaya de Everton".
"A futuro pienso que Chile va a lograr un equipo olímpico de los más competitivos de la historia. Vamos a lograr un nivel bastante alto de aquí a tres o cinco años. En un momento tuvimos un nivel muy alto en Dubai en 1986"
1980 el año en que el viñamarino Iván Morovic se convirtió en Gran Maestro, el más alto grado de la FIDE.
2511 el rating en el sistema Elo que tiene Morovic según la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE).
6 victorias y 5 empates fue la cosecha del ajedrecista viñamarino en su paso por el Mundial Senior.