Desde la semana del 16 de marzo que prácticamente todos los equipos en el país dejaron de lado sus funciones presenciales, esencialmente por el alza de casos positivos y riesgo latente del contagio por coronavirus. En el ámbito local, Deportes Quillón, club que se preparaba para su estreno en la Tercera División B, fue uno de los que atendió rápidamente a los llamados sanitarios que emanaron desde las autoridades, sumado, además, con la paralización absoluta del fútbol a lo largo de todas sus categorías en el país.
Precisamente, John Bustamante, director técnico del cuadro rojo, expresa su opinión respecto al retorno del fútbol en territorio nacional, el que, según él, debería darse de manera paulatina. "A pesar que nosotros lo sentimos por la gente que está falleciendo, hay un estrato de personas que está muy golpeada, como el del adulto mayor y quienes tienen enfermedades crónicas. Los demás, con un cuidado programado en cuanto a su trabajo, perfectamente podrían hacer una vida normal, quizás en un 70% u 80%. Lo mismo en el fútbol, pienso que en mayo -a pesar que es un tema político, monetario, donde hay muchas presiones- debe volver, comenzando sin público y después lisa y llanamente dando espacio a 100, 200 espectadores en Tercera División, siendo proporcional al fútbol profesional".
En esa línea, el estratega agrega que "debería volver porque damos ánimo a la gente que está estresada en sus hogares. Cabe recordar que no todos tenemos la suerte de vivir en una casa con tres dormitorios y un poquito de amplitud. Hay gente que lo está pasando muy mal, hacinada, con apenas un televisor. Por eso, recrearse un poquito y salir de su entorno sería un gran alivio para todos. Yo abogo porque la competencia regrese de una manera planificada", enfatiza el ex técnico de Pilmahue.
El objetivo: ascender
Evidentemente que todos los clubes compiten por lo más alto, sobre todo cuando el apoyo financiero se hace presente, pues en teoría es más fácil lograr objetivos a mediano y corto plazo. Así lo demuestra el propio Bustamante, quien tras su llegada, diseñó un equipo casi por completo.
"Yo estaba en Pilmahue en la Tercera A. Me ofrecieron este proyecto, me presentaron las instalaciones de lujo que poseen acá, con una cancha de pasto sintético impecable, lugares para que los jugadores concentren y habiten en este complejo, cosas muy buenas. Y aparte que nos dieron la posibilidad de armar prácticamente un plantel desde cero. Trajimos jugadores muy competitivos, que estaban muy bien en sus equipos. Derechamente, nosotros armamos este elenco para llegar a la liguilla de ascenso, ese es el primer objetivo. Una vez que estemos ahí, poder pelear el cupo para subir de categoría. Es por eso que el presidente invirtió fuerte en la conformación del grupo, para dejar atrás dos años de frustraciones".
Y respecto a los trabajos, tal como lo hace el resto de los clubes, se mantienen monitoreando a los jugadores vía Zoom, con videoconferencias. "Nosotros comenzamos el 17 de febrero con el trabajo de pretemporada. Alcanzamos a estar un mes justo, realizamos varios partidos amistosos, y estábamos ad portas de iniciar el torneo el fin de semana del 28 de marzo pasado. El 16 de ese mes, Oscar Roa, quien es el dueño del club como también de Independiente de Cauquenes, nos comunicó que la cosa estaba media complicada, que varios equipos estaban parando sus entrenamientos. Ya al otro día ambos elencos tuvimos que cesar nuestras prácticas", cierra quien logró el ascenso de categoría en 2018.
Planificación con antelación
Diego Saldías, PF del equipo, contó que cuando supieron de la pandemia, tomaron medidas preventivas, como que "cada jugador tuviera su botella con agua. Luego, el cuerpo técnico en conjunto con los jugadores evaluamos los espacios que tenían para entrenar en sus hogares", con diversas actividades.