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Pago de aranceles
La Comisión de Educación de la Cámara aprobó en general un proyecto de ley que suspende el cobro de aranceles a estudiantes en la educación superior durante la vigencia del estado de excepción. De prosperar esta iniciativa, es fácil advertir el enorme impacto que esto tendría en el financiamiento de las instituciones, especialmente de aquellas que no reciben aportes fiscales directos ni están en gratuidad y que solo se financian con aranceles.
El proyecto plantea correctamente que estamos frente una crisis económica muy severa. Es evidente que los chilenos más vulnerables verán afectados sus ingresos laborales, sea por ajustes en las remuneraciones o despidos. Es cierto también que el gobierno ha dispuesto valiosas medidas de mitigación para dar liquidez financiera a familias desprotegidas, como el seguro de cesantía, o el bono para trabajadores informales. Sin embargo, el copago promedio mensual de un estudiante en el sistema universitario está entre 150 y 200 mil pesos, lejos de cubrirse con estos aportes públicos. En consecuencia, hay una amenaza real de que los ingresos laborales no permitan financiar los aranceles y exista un alza masiva en la morosidad y en la estabilidad social.
Se piensa que las universidades o cuentan con ahorros o saldos en caja o pueden recurrir con facilidad a financiamiento bancario para pasar esta tormenta financiera. No es así. Se han hecho esfuerzos de reprogramación, pero hay un límite. Desde luego, basta observar los estados financieros que son públicos para darse cuenta de que no hay márgenes de maniobra para una reprogramación masiva. Y los bancos no prestan si no hay garantías y la educación no puede exhibir un colateral que respalde una operación crediticia de largo plazo. Si las familias de los estudiantes no pueden pagar, las universidades tienen capacidad limitada para refinanciar, los bancos no prestan si no hay garantías, es evidente que el Estado debe jugar un rol subsidiario. Una posible solución es un crédito de emergencia por este período de contracción económica, con aval del estado, a tasa de interés cero y que pague el estudiante a su egreso. No hay mucho espacio de tiempo.
Carlos Williamson Benaprés, rector de Universidad San Sebastián
Los municipios y la alerta sanitaria
Cuando una persona tiene carencia de recursos al primer lugar donde suele acudir es a su municipalidad. En los respectivos departamentos sociales deben cumplir a diario la función de atender los requerimientos de sus comunidades y, cuando no hay recursos o atribuciones, se activa la red de los respectivos servicios públicos. Quienes somos del área social, y nos apasiona esta pega, recurrentemente estamos buscando gestionar alianzas externas, más ahora que somos región y tenemos al aparato del estado mucho más a la mano.
En este estado de emergencia sanitaria, donde la carencia económica es más latente y evidentemente, los respectivos municipios están necesitando más recursos para cubrir la demanda de la población, sabemos que muchos están enfrentado la crisis desde el día uno, y a casi 2 meses ya las arcas municipales empiezan a sufrir los costos de responder a la comunidad.
El llamado es a que el Gobierno central pueda destinar mayor cantidad de recursos a los municipios para la compra de insumos básicos y de esta forma atender a la población y ayudar a cubrir sus necesidades básicas.
Las financias de nuestro país han sido estable en los últimos 25 años, por cuanto los recursos están, lo que ahora viene es la voluntad del gobierno de ayudar a todos los municipios del país, sin importante el color político de quien hoy esté a la cabeza de cada municipalidad.
Guillermo Saavedra Jiménez, asistente social
¿ Pasar agosto?
Para los adultos mayores, el COVID-19, ha pasado de ser una preocupación de salud/ física, a una preocupación de salud/ mental. Pues antes estábamos preocupados de pasar Agosto, ahora nuestra preocupación es, pasar mayo-Junio y julio.
Jorge Valenzuela Araya
La prevención y autocuidado deberán pasar a formar parte del día a día de cada uno en suelo nacional más allá del mero invierno.
Es en estos momentos en que se mide que tipo de ciudadanos existen. Aquellos que requerirán de medidas más restrictivas de la libertad y duras en relación a su comportamiento, o quienes adoptan medidas sanitarias, emplean el autocuidado, la prevención y la colaboración. Uno conduce hacia los autoritarismos, como el ejemplo Chino, y el otro es más propio de las democracias. No necesitamos un gran hermano que nos vigile, necesitamos solo estar a la altura de las circunstancias, desde los ciudadanos hasta las autoridades.
Jose Luis Trevia Fundación para el Progreso