Mercado de la leña sufre baja en las ventas entre 25% y 40%
ÑUBLE. Compra por astillas gana espacio, destronando a la comercialización por metro o por cajón, que por años han realizado los consumidores del dendro energético.
La pandemia ha golpeado fuerte a quienes se dedican a la venta de leña seca. Primero fue la puesta en marcha de la cuarentena y cordón sanitario, lo que les dificultó poder abastecerse. Y ahora, en pleno invierno, pese a que el alza en los precios en comparación a la temporada pasada promedia los $1.000 por metro, la crisis económica que enfrenta el país ha repercutido negativamente en sus ventas, las que según quienes se dedican al rubro registran una merma entre el 25% y 40%, en relación a lo acontecido durante el 2019.
Daniel Vásquez, quien por años está inserto en el mercado de la venta de leña, precisó que si bien la venta ha experimentado una pequeña mejoría en relación a abril y mayo, la aparición del coronavirus ha perjudicado la actividad.
"El 2019 fue muy malo incluso me quedó leña. Este año, nos complicó la cuarentena, el cordón, además como ha llovido hace menos frío. El 2019 fue muy malo, incluso me quedó leña. Considerando la contingencia, subí $ 1.000 los valores que tenía el año pasado, pero la gente está sin plata", explicó Vásquez, quien ofrece aromo y eucalipto a $28 mil el metro.
Una evaluación similar es la que realizó Víctor Mejías, para quien la actual temporada no ha sido para nada buena en términos comerciales.
"Ha estado lento, si lo comparamos con el 2019, se ha vendido un 25% menos. Subí $1.000 los valores del año pasado, pero la situación económica está difícil por la pandemia, no hay plata, por lo que más bien creo que este año será malo", explicó Mejías, que comercializa tanto aromo como eucalipto, ambos a $25 mil.
Astilla gana terreno
Los problemas económicos de los ñublensinos, se han traducido en que privilegien la astilla (valor promedio es de $100) por sobre la compra por metro o por cajones, como acontecía en otros años.
"La venta de leña en comparación al 2019 ha bajado este año en alrededor de un 30%, se nota que la gente anda con harto menos plata. Por ello es que compra astillas de a poco, de $1.000 o $2.000", afirmó Antonino Díaz, quien vende el cajón de 90x90 en $ 15.000 (nativo y hualle), mientras que el eucalipto a $14.000. "La gente no mira el tamaño del cajón o del metro, ni la calidad de la leña, le interesa solo el valor, eso es lo que manda", remarcó Díaz.
Angelina Arriagada, se dedica a la venta de eucalipto, cuyo metro para este año lo tiene en $25.000. Si bien reconoce que el rubro viene complicado hace tiempo por la existencia de muchos vendedores informales, este año se ha agudizado debido a la irrupción de la pandemia.
"Hemos tenido que cambiarnos a vender astillas, hay que repicarlas, hacerlas más chicas pues la gente se acostumbró, hay que ponerse en la línea con los revendedores. Aun así, la venta este año ha caído en alrededor de un 40% en relación al 2019. Acá hay muchos informales, que no pagan patente ni impuestos, y nosotros que trabajamos con leña de buena calidad y cumplimos con lo que pide la ley, no vendemos pues Chillán está colapsado con revendedores. Falta una mayor fiscalización", enfatizó Arriagada.
Municipio y conaf
La labor fiscalizadora está en manos de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), enmarcadas en la recuperación del bosque nativo y el fomento forestal, y en los municipios, que se encargan de verificar respecto a la venta de leña dos condiciones: que esta no supere el 25% de humedad y que quienes se dediquen al rubro cuenten con la patente comercial para ello.
Desde el municipio de Chillán, donde cuentan con un listado de 28 comerciantes de leña seca, descartaron las críticas en orden a una falta de fiscalización sobre el comercio informal.
"Dicha aseveración de ser cierta es extemporánea, desde el año 2018 que se realizan fiscalizaciones al comercio ilegal y se corroboran los datos de fiscalización con los comerciantes formales, como todos los años. De hecho, a la fecha, solo en lo que va del año 2020, se ha fiscalizado a cerca de un 80% de informales, cifra que alarma, por la gran incidencia del comercio informal, pero que también se está disminuyendo progresivamente gracias a los constantes controles", precisaron desde la municipalidad de la capital de Ñuble, agregando que "la Dirección de Seguridad Pública e inspección municipal lleva a la fecha un total de 432 fiscalizaciones, en las cuales se le han cursado multas a más de 15 comerciantes que no cumplen con las condiciones de calidad de la leña o por quemas ilegales, de acuerdo a lo estipulado en la Ordenanza Municipal que regula la protección del Medio Ambiente y de la salud ambiental".
Cabe recordar que quienes se quieran sumar al registro de la municipalidad de Chillán, deben contactarse con la Dirección de Medio Ambiente, Aseo y Ornato al correo electrónico dimao@municipalidadchillan.cl.
"La venta de leña en comparación al 2019 ha bajado este año en alrededor de un 30%, se nota que la gente anda con harto menos plata. Por ello es que compra astillas de a poco, de $1.000 o $2.000".
Antonino Díaz
Comerciante de leña
"Hemos tenido que cambiarnos a vender astillas, hay que repicarlas, hacerlas más chicas pues la gente se acostumbró. Hay que ponerse en la línea con los revendedores".
Angelina Arriagada
Comerciante de leña
Centrado en el transporte por pandemia
Según puntualizó Eduardo Mera, jefe del Departamento de Evaluación y Fiscalización de Conaf Ñuble, en el proceso de fiscalización Conaf anualmente controla Planes de Manejo y Cortas no autorizadas a través de inspecciones prediales. "Además fiscaliza que los transportistas y los centros de acopio acrediten el origen legal de la leña nativa a través de las correspondientes Guías de Libre Tránsito, esto último para acreditar si este producto proviene de un Plan de Manejo autorizado", detalló Mera, agregando que en lo que va del 2020 producto de la pandemia, "nos hemos focalizado en el transporte de leña nativa en los alrededores de la intercomuna, realizando 35 fiscalizaciones", sentenció Mera.