Las excusas que buscan justificar el incumplimiento del toque de queda
CARABINEROS. Capitán explicó que "la gente no logra entender que las normas sanitarias".
El reloj ya marca las 22.45 horas de este sábado y Raldi es fiscalizado por Carabineros ante un eventual incumplimiento de toque de queda. El venezolano de 31 años trabaja en el reparto de comida, pero no tiene la documentación al día, ni menos un permiso que justifique su presencia en la calle, ante lo cual formó parte de la lista de los 70 detenidos de la jornada por incumplir las medidas sanitarias.
Así se desarrolla noche tras noche la labor de Carabineros de Ñuble que aborda la dinámica para evitar la propagación del coronavirus y ante lo cual acumulan una lista de excusas por parte de quienes no respetan el toque de queda, a los que se suman los reincidentes habituales. "Las excusas varían desde que salí a comprar, a dejar algún familiar o fui a ver un amigo, pero ninguna que realmente justifique algo importante", explicó el capitán Nicolás Rojas.
Mientras la fiscalización se desarrolla en diferentes puntos de la ciudad, en la esquina de Alonso de Ercilla con Los Puelches, se forma un "tapón" con los vehículos policiales para evitar que alguien esquive el control. En dicho lugar las explicaciones comienzan a fluir, los reparto de delivery son las más habituales, otros avanzan rápido al ser personal de salud, sin embargo, hay otros que simplemente se les pasó la hora.
Un taxista detuvo su vehículo y con cara de sorpresa reconoció que simplemente tuvo que hacer una carrera, "pero de repente me di cuenta de la hora, para la otra me tendré que apurar", expresó mientras los pasajeros evidenciaban cara de molestia.
Para regresar al caso del venezolano de Caracas su explicación puede ser entendible, sin embargo, su falta de documentación no le permite estar en la calle después de las 22:00, ni menos trabajar. "Están haciendo su trabajo, no tengo nada que decir… me pagan diez lucas desde las 18:00 a las 22:00, me dan la comida y ya llevo cuatro lucas de propina, así que tomé la moto y salí".
Otro que expuso sus argumentos fue quien dijo ser dueño de un establecimiento para adultos mayores. "Voy al hogar de ancianos, tengo el salvoconducto", sin embargo, producto de la mezcla de nerviosismo y premura no supo explicar su situación, hasta que en un momento logró dar con el documento virtual.
visión de carabineros
El capitán Nicolás Rojas fue quien encabezó el proceso de este fin de semana. El uniformado dejó en claro que "esta es una planificación del servicio que se hace en las oficinas de operaciones de cada unidad y de ahí conocemos los sectores en los que se están cometiendo más delitos o donde hay más faltas a las normas sanitarias y como tal se despliegan los dispositivos para corregir las faltas".
Cada jornada contempla 30 a 90 carabineros, dependiendo del día y del sector a fiscalizar, a lo que se suma la disponibilidad del personal para enfrentar una situación que parece estar lejos de terminar. "Lamentablemente la gente no logra entender que las normas sanitarias hay que respetarlas por un tema de salud para todas las personas y es por eso que nos vemos en la obligación de salir después del toque de queda para fiscalizar esta situación, la mayoría de las personas pueden tener excusas para incumplir el toque de queda, pero hay que entender que es una medida que hay que cumplir".
El capitán Rojas reconoce que si bien su formación los lleva a estar preparados para enfrentar este tipo de situaciones, la relación con la ciudadanía es incierta, situación que incluso se arrastra desde el estallido social. "Ha sido difícil tener un acercamiento hacia las personas, pero siempre trabajamos en pos de la comunidad y mucha gente así lo entiende, eso nosotros lo agradecemos, la gente nos saluda en la calle, todos los días nos levantamos con el ánimo de cooperarle a la comunidad".
El uniformado también deja en claro que al igual que el resto de la población, ellos también arriesgan su salud y su integridad física, ante lo que se espera una mayor compresión de los chillanejos para cumplir con lo requerido por la autoridad. "En Chillán hay una población muy responsable que entiende las normas y que se queda en sus casas, pero hay otra que sale a comprar ropa al centro y otras cosas innecesarias que a uno lo sorprenden".
Desde el inicio de esta contingencia el pasado 22 de marzo, Carabineros ha detenido a 4.768 personas por no acatar medidas sanitarias, cifra que parece estar condenada a aumentar cada día.
"Salí a dar una carrerita y se me pasó la hora, no me di cuenta, para la otra voy a estar más atento".
Taxista
"Tengo un hogar de ancianos soy el dueño, voy a dejar a mi pareja con la hija".
Conductor
"Es primera vez que salgo y me pasa esto, nunca antes había salido después de las 22:00".
Conductora
"Me pagan diez lucas desde las 18:00 a las 22:00, me dan la comida y ya llevo cuatro lucas de propina, así que tomé la moto y salí".
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