Antes de la instalación de la malla perimetral hubo más de 700 "pelotazos"
CÁRCEL DE CHILLÁN. Cannabis sativa, clorhidrato de cocaína, pastillas de clonazepam y hasta tusi trataban de introducir a los patios lanzando la droga desde la calle.
La cárcel de Chillán se caracteriza por el recurrente intento de ingresos de drogas, en que una de las vías más habituales era por medio de lanzamientos aéreos que venían desde afuera y caían al interior de patios, tanto de condenados como de imputados. Fenómeno que registró un promedio de 709 de estos "pelotazos", cifra que hoy pudieron mitigar, notoriamente, llegando a cero gracias a la instalación de mallas perimetrales, sistema con el que también pudieron reducir el significativo aumento de riñas y enfrentamientos que provocaba esta introducción ilícita.
"Sucedía que los funcionarios se veían altamente complicados, situación que incidía en su propia integridad, pero también de otros internos que no quieren estar involucrados en este tipo de drogas y sin embargo eran amenazados para ser los que recepcionaban. Así que podemos decir que el resultado ha sido muy positivo, por lo tanto Ñuble está dando estas lecciones a nivel nacional, puesto que este es un problema de todas las unidades penales", sostuvo la seremi de Justicia y DD.HH de la región de Ñuble, Jaqueline Guíñez.
Desde 2019 hasta antes de poner este sistema incautaron drogas ilícitas como cannabis sativa, clorhidrato de cocaína, pastillas de clonazepam y "en el mes de septiembre se descubrió el fallido intento de ingresar tusi. Un problema que provocaba algunos enfrentamientos cuando nuestros funcionarios trataban de evitar de que estos elementos fueran capturados por los reos que estaban bajo los efectos de las drogas", recuerda el coronel Gonzalo Hermosilla, director regional de Gendarmería.
En las noches era cuando más se producía este tipo de lanzamiento, generando consecuencias en el personal. "Son internos con los que es muy difícil dialogar, además estos empezaron a replicar el comportamiento de cárceles de mayor complejidad como por ejemplo Colina 2. Entonces, no hay un respeto a la autoridad de la petinenciaría, por tanto, el nivel de agresividad ha crecido, hoy día hay una población penal que sale de control, situación que antes no se veía", dijo Cristian Montecino, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Petinenciarios de Gendarmería de Chillán (ANFUP).
Por lo mismo, es un conflicto se les hace muy complejo intervenir, ya que la línea de que la situación pase a mayores es muy delgada."Bajo qué parámetros empleas el uso de la fuerza, ya que cualquiera de los dos pueden resultar lesionados, así que debemos intentar poner control utilizando otras maneras, pero es casi imposible, sobre todo, al interior de una cárcel. Eso nos preocupa, porque ponemos en riesgo nuestra fuente laboral si usamos fuerza excesiva y hasta se pueden querellar con nosotros", expresa Montecino.
Comprende que una de las causas de este conflicto es que la población penal se encuentra con mayor nivel de estrés y ansiedad, por no tener el derecho a visita, beneficio que antes gozaban con normalidad. "Tienen que pasar la mayor parte del tiempo de condena encerrados en el dormitorio, obviamente, porque dentro de los protocolos para salir al patio es a través de dependencias diferenciadas, por tanto, en esa alternación que se hace durante el día, el tiempo en que ellos pasan enclaustrados es mucho más al anterior. Entonces, el consumo de sustancias ilícitas es una válvula de escape", indica Montecino.
En cuanto, a los lanzamientos en su mayoría se producían por la calle 5 de abril, sector aledaño a los vecinos, quienes también se vieron afectados por este problema. "Por la calle Gamero también se sitúan antisociales que están intentando lanzar de otras formas, con mayor precisión a un lugar específico, pero en menor cantidad. Incluso las drogas caen en el techo donde hay acceso a un par de ventanas de algunos internos. Ya llevamos 4 detenidos que han intentado usar esta vía", cuenta el director regional de Gendarmería.
Por su parte, a lo anterior, el presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Petinenciarios de Gendarmería de Chillán, sugiere que " la manera de mitigar esto, podría ser a través de la instalación de Vigilancia Perimetral, con los controles de seguridad que tienen los municipios a través de tecnovigilancia quizás podría ser más efectivo y así perseguir a estos potenciales lanzadores desde el exterior antes que cometan el ilícito. Falta un mayor control y fiscalización perimetral, incluso se podría hacer a través de drones de vigilancia".
"Podemos decir que el resultado ha sido muy positivo, por lo tanto Ñuble está dando estas lecciones a nivel nacional".
Jaqueline Guíñez, Seremi de Justicia
"Provocaba algunos enfrentamientos cuando nuestros funcionarios trataban de evitar de que estos elementos fueran capturados".
Coronel Gonzalo Hermosilla, Dir. regional de Gendarmería