Pedro Ramírez Fuentes (Victoria 1928 - Chillán 2014), profesor, científico y coleccionista. Hijo de Pedro J. Ramírez Fuentes, profesor de Educación de Técnicas Manuales y Berta Luz Fuentes Izaurieta, ambos oriundos de Cobquecura, tres hermanos, Pedro, Berta y María Eliana. Contrajo matrimonio con Violeta Carreño, profesora, con quien tuvo dos hijos. Realizó sus estudios de Humanidades en el Seminario de Chillán (hoy Colegio Padre Hurtado). Se tituló de profesor en la Escuela Normal Juan Madrid y posteriormente, se tituló en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile en Santiago, como profesor de Estado en Ciencias Naturales.
Se desempeñó como docente en la Escuela-Granja de Doñihue. Por un tiempo trabajó en una escuela rural en las cercanías de Talca. Luego, se trasladó con su familia a Llolleo, donde por esa época vivían sus padres. Desde allí, trabajó en Barrancas, localidad cercana al puerto de San Antonio y cuando se pensionó se radicó en la ciudad de Chillán.
Su hermana, Berta Ramírez, nos narró que su hermano, desde niño tuvo el hobby de la filatelia, secundado por su padre. Toda la familia se involucró y aprendió sobre esta afición. Pedro Ramírez, se dio a la tarea de confeccionar hermosos álbumes que dieron una visión y conocimientos acerca de los países del mundo. Más después, de terminar sus estudios de ciencias naturales, comenzó a interesarse por la Entomología (insectos). Su hermana señala: "Toda la vida la dedicó a esa rama de la ciencia. Llegó a tener grandes y hermosas colecciones de mariposas, las cuales intercambiaba con personas de otros países. Recolectaba variados insectos, recorría lugares, montes y bosques cercanos buscando y atesorando las especies en frascos y cajas, los cuales clasificaba ordenadamente".
En los veranos, se instalaba en Cobquecura, donde era conocido por su figura armada de una red, buscando especies por los alrededores del balneario, por sus campos y bosques. Berta recuerda: "se le veía en su casa desde tempranas horas sentado, clasificando todo lo que había reunido en sus andanzas. Su gran mesa de trabajo era un caos de insectos, lupas, pinzas y otros utensilios necesarios para su trabajo. Por cierto, su casa de Llolleo parecía un museo…".
Este entomólogo, coleccionaba caracoles, elementos de los pueblos originarios, etc. Su radio de interés científico era amplio. Como muchos coleccionistas, era estudioso, docto, perseverante y exigente. Estas aficiones constituyeron un incansable trabajo de investigación durante toda su vida. Sus trabajos de ciencias, lo llevaron a relacionarse con la Universidad de Concepción, al clasificar huevos de aves menores, encontrando especies desconocidas. Logró realizar exposiciones en Llolleo y Chillán.
Alicia Romero Historiadora