Dueños de gimnasios hablan de la exclusión en iniciativa
VIDA SANA. Sobre los permisos que permiten la reapertura de centros al aire libre, los propietarios afirmaron que "ya no quedan recursos" para ambientar.
Después de la fallida reapertura en marzo en 2020, los gimnasios tuvieron que sobrevivir al encierro al que están sometidos hasta el día de hoy. Ninguno de los locales pudo volver a ejercer en cuarentena o transición, lo que obligó a los propietarios a arrendar sus maquinarias, hacer clases online o, incluso, cambiar de rubro.
Este miércoles, los recintos deportivos públicos y privados que cuenten con un espacio al aire libre, solicitaron un permiso que les habilita reabrir para un máximo de cinco personas, en aquellas comunas en fase uno o dos. La iniciativa, que fue impulsada desde el Ministerio del Deporte, excluyó a los gimnasios por ser un recinto cerrado.
Respecto a la marginación del rubro, Herbert Leyton, coach de Strong Mind Box, expresó: "Estamos totalmente botados. Ni del Ministerio de Salud, ni del Deporte se han pronunciado por el tema. El rubro está totalmente desamparado. No podemos trabajar y se nos ponen más trabas para poder ejercer. No sé si la diferencia entre gimnasio y centro deportivo será que alguien se pueda contagiar por el giro, porque no entendemos cómo ellos pueden abrir y nosotros no".
También, Daniel Godoy, propietario de hace 20 años de Body Sport, señaló que la medida impulsada por la ministra del Deporte, Cecilia Pérez, "es un volador de luces. No han dicho nada claro, de que realmente los recintos bajo techo nos permitan estar. Cada vez nos enrostran más que el Colegio Médico se opone por los contagios. Otra de las características que podríamos poner es que las personas que asistan tengan sus dos vacunas, pero tampoco se dan a ese entendimiento. Nos cierran las puertas siempre".
Bajo la misma línea, Esteban Leiva, dueño del centro de entrenamiento Didaktika Deportiva, expuso que, en algún momento, pensaron en ambientar su recinto para usarlo al aire libre, pero que la delicada situación económica no lo permitió. "Hemos estado haciendo visitas a domicilios. Pensamos en un momento abrir, hacer un espacio de las clases al aire libre, pero por el costo de inversión, a esta altura ya no quedan recursos para hacer algo. Hasta el momento estamos esperanzados de que en el segundo semestre se puedan revertir algunas medidas", sostuvo.
"es crítico"
Como una "fugaz ilusión" fue el anuncio de reapertura en marzo, cuando los gimnasios del país pudieron reabrir en fase dos y bajo estrictos protocolos sanitarios. La iniciativa no duró más de dos semanas y los recintos chillanejos tuvieron que volver a cerrar con la incertidumbre de cuándo volverían a abrir sus puertas.
"Este es el único rubro que ha estado cerrado 100%. Nosotros solo pudimos abrir por 15 días, en una elección casi tonta. Nos preparamos para abrir, hicimos nuestras últimas inversiones que quedaban y después se cerraron a los 15 días", indicó Esteban Leiva, de Didaktika Deportiva.
También, Daniel Godoy apuntó que la situación "es crítica. No ha variado desde marzo de 2020, que fue cuando abrimos. Fue por dos semanas y obligándonos a instaurar todos los protocolos que imponen. Al final el resultado fue que en dos semanas tuvimos que cerrar, y eso es pérdida".
El primer brote de covid-19 en Chillán se registró en un gimnasio, lo que generó la alarma en la capital del Ñuble. De ahí en adelante, los recintos deportivos cerraron sus puertas y solo tuvieron dos semanas para reabrir en marzo, en una jornada "esperanzadora", que les fue arrebatada. Sobre el estigma que han cargado los gimnasios por el primer brote de la pandemia, el dueño de Body Sport señaló que "los prejuicios deberían borrarse con información. En otros países los gimnasios funcionan".
"Quisiéramos o no, todos nos vacunamos, para poder estar un poco más seguro en el trabajo y para ejercer el rubro. Pero ni eso ha pasado", concluyó Herbert Leyton, coach de Strong Mind Box.