Políticas de reciclaje
El Ministerio del Medio Ambiente ha dado a conocer que se construirán 354 puntos limpios en un plazo de cuatro años. Chile produce 17 millones de toneladas de desechos de todo tipo al año, y de éstas, 7,4 millones de toneladas se generan en los hogares.
En marzo de este año se publicó el decreto que establece las metas de recolección y valorización de la categoría "envases y embalajes" de la ley de reciclaje de productos. Se estableció que las empresas agrupadas en un sistema de gestión deberán instalar y operar establecimientos de recepción y almacenamiento de residuos de envases, a los que la ciudadanía pueda ir a dejarlos.
El Ministerio del Medio Ambiente ha dado a conocer que se construirán 354 puntos limpios en un plazo de cuatro años, que deberán ser de primer nivel, para recibir todas las subcategorías de materiales de envases y embalajes, es decir, plásticos, vidrio, cajas tetra pack para líquidos, metal, papel y cartón.
Chile produce 17 millones de toneladas de desechos de todo tipo al año, y de éstas, 7,4 millones de toneladas se generan en los hogares. Según el Banco Mundial, Chile es el segundo país de América Latina que genera más basura, ya que en promedio, cada persona produce 1,1 kilo de residuos domiciliarios al día. Pero solamente el 10% de los desechos va a reciclaje, cifra ínfima respecto de un promedio de 60% que van a reutilización en las naciones desarrolladas.
No obstante de que en nuestro país las cifras aún son bajas, ha habido avances importantes. En junio de 2017 entró en vigencia la Ley de Fomento al Reciclaje, que ha impulsado un paulatino cambio cultural en las personas, para aprovechar muchos de los desechos y reintegrarlos al proceso de producción.
En nuestra zona, los mayores avances se han logrado con el reciclaje de vidrios, latas de bebidas y cartones. Mención aparte merece el tema de las bolsas plásticas. En Chile se usaban más de 3.400 millones de bolsas al año , y solo un 23% de ellas se reciclaban, por lo que las autoridades realizaron una campaña para limitar paulatinamente su entrega en los supermercados y tiendas, hasta prohibirlas definitivamente desde febrero de 2019. No fue fácil, porque esto requería todo un cambio cultural, pero se dio un importante paso al sacarlas de circulación, tal como se espera que avancen los programas de reciclaje de productos.