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PDG: La niña bonita
El Partido De La Gente (PDG), post elecciones, se convirtió en la niña bonita de esta segunda vuelta, donde todos quieren buscar su apoyo a sabiendas que son claves para poder salir victoriosos, por lo que el presidente del partido, Franco Parisi, ha propuesto algo en el que se beneficiaría totalmente no entregando su apoyo sin ningún coste y que por sus discursos de "ni de derecha ni de izquierda" le llegaría a ser catastrófico si es que hubieran dado su apoyo sin más o incluso no haberlo dado y quedarse al margen después de tantos golpes que han dado hacía todos los lados. Debido a esto, han tomado, según me parece, la mejor decisión: invitar a los candidatos presidenciales a exponer sus posturas en el ya conocido programa "Bad Boys".
Esta propuesta hará que todos estén atentos a las intervenciones de José Antonio Kast el día 5 de diciembre y a Gabriel Boric el día 7 de diciembre en el programa, donde lograrán ampliarse y darse a conocer exponencialmente, siendo probablemente el escenario perfecto para que logren atraer en un futuro muchos más votantes.
Sin duda esta estrategia coloca en una posición favorable al Partido de la Gente, donde quedarían como un ganador seguro de todo este escenario independiente de como salgan las intervenciones de los presidenciales, que al ir a este programa, van a tener que aguantar golpes fuertes a sus candidaturas con tal de lograr obtener la confianza de los votantes, quedando expuestos con preguntas muy rebuscadas. Será muy divertido ver cómo se desarrollará estas exposiciones y en qué repercutirán en sus candidaturas.
Francisco Villarruel Morales
¿Socialcristiano?
La alianza política que sustenta al candidato presidencial de la ultraderecha, José Antonio Kast, conformada por su Partido Republicano y el Partido Conservador Cristiano, se autodenomina "Frente Social Cristiano". Aquello constituye un engaño.
El Diccionario de la Lengua Española define socialcristiano como sigue: "Dicho especialmente de una idea o de un partido político: Que participan de los principios del socialismo y del cristianismo". Algo no cuadra.
En la historia política contemporánea, el socialcristianismo se divide fundamentalmente en dos tendencias, ambas inspiradas por la filosofía humanista cristiana, el comunitarismo y la Doctrina Social de la Iglesia: la democracia cristiana y la izquierda cristiana.
En Chile, la primera ha sido representada por el Partido Demócrata Cristiano, y la segunda por escisiones de aquél: el Movimiento de Acción Popular Unitaria, que luego viró hacia el marxismo-leninismo, y la Izquierda Cristiana, fuertemente influenciada por la teología de la liberación y la renovación eclesiástica propiciada por el Concilio Vaticano II y las conferencias generales del Consejo Episcopal Latinoamericano.
Entre fines de la dictadura y principios de la restauración democrática, el grueso de ambas organizaciones se integraron paulatinamente al Partido Socialista, cuya vigente declaración de principios contempla expresamente al cristianismo de izquierda como parte de su acervo ideológico. No obstante, la IC aún subsiste como movimiento político.
El socialcristianismo está del lado del bienestar integral de las clases trabajadoras y de la protección y promoción de su dignidad humana intrínseca, no del de quienes las oprimen, indolentes ante sus tristezas y carencias. Pero el autoritarismo neoconservador de corte populista que Kast encarna está en la antípoda de estos ideales. Si, como resulta evidente, en su visión de sociedad no hay cabida para la opción preferencial por los pobres, los explotados y los marginados, ¿cómo podría entonces su Frente ser genuinamente socialcristiano?
No sé qué clase de cristianismo los inspire a él y a sus partidarios, más sí que se trata de uno cuyo corazón jamás ha sido conmovido por la pasión del Evangelio o las enseñanzas de Jesús. En mi condición de católico lo afirmo.
Juan Pablo Pinto Montero, abogado, U. de Chile, militante PS
¿Diversidad y plurinacionalidad?
En los cinco meses que lleva instalada la Convención Constitucional, se ha escuchado una y otra vez que esta instancia busca alcanzar a todos los sectores y ser una representación de diversidad y plurinacionalidad. En palabras se lee muy bonito, pero la realidad es que en los hechos se está lejos de eso.
En la jornada del 1 de diciembre, mientras se elegía a los miembros externos de la Convención que conformarían la Secretaría de Participación Indígena, los convencionales de escaños reservados rechazaron los nombres propuestos de otros sectores a pesar de que ellos cumplían a cabalidad con todos los requisitos, como ser personas pertenecientes a pueblos indígenas. De hecho, la convencional mapuche Natividad LLanquileo sostuvo que "la derecha no puede tener el mismo derecho que los pueblos indígenas a presentar postulantes".
Estas señales autoritarias y de revanchismo de estos sectores lo único que hacen es que los ciudadanos perdamos la fe en el proceso de redacción de esta nueva Constitución.
Susana Rodríguez