El Rojo salta a la cancha con la misión de clasificar a la Copa Sudamericana
FÚTBOL. A las 18:00 horas de hoy, en el Municipal de La Cisterna, buscarán inscribir por segunda vez su nombre en el torneo internacional. Jugadores destacan la unión del grupo.
Llegó el día que Ñublense y Jaime García llevan cerca de dos semanas esperando. Con la ansiedad generada por el caso positivo de Covid-19 tras la Supercopa con Universidad Católica ya superada, los de la capital de Ñuble quieren quedar en la historia de la institución y abrochar la clasificación a la Sudamericana para lo cual les basta solo un empate ante Palestino.
Es que, 13 años más tarde, esta vez gracias a Jaime García y los 11 Diablos que semana a semana dejan en alto a Chillán en el fútbol chileno, la Copa Sudamericana nuevamente está al alcance de la mano. Dicho de otra forma, el hito más grande de la historia del club, está ad portas de repetirse. Esto porque fue en 2008 cuando, de la mano de Fernando Díaz, los rojos clasificaron a su única participación internacional, algo que podría repetirse en el 2022.
Sin embargo, al frente, Ñublense tendrá una dura pared que derribar. Hablamos del Palestino de Patricio Graff, que saldrá a la cancha con exactamente la misma intención que los chillanejos. Están los antecedentes marcados para que este partido se viva como una auténtica final por el cupo de Copa Sudamericana.
Motivados
Uno de los jugadores más destacados de esta temporada de Ñublense ha sido Federico Mateos. El volante intercambió palabras con Crónica Chillán para referirse respecto a esta "final" contra Palestino, que determinará si el regreso del club a Primera fue solamente muy bueno o extraordinario.
"El camarín está tranquilo. Estamos motivados, con ganas de jugar esta final y darle una alegría a la gente. Tenemos muchas ganas y energía. Nosotros a veces leemos lo que dicen los hinchas y sabemos lo ilusionados que están y lo importante que es esto para el club y también para nuestras carreras. Queremos dejar a Ñublense en lo más alto y hacer historia con esta camiseta", manifestó.
Añadió que "será duro jugar de visita, porque no estará la gente como está en local. Nuestro público se hace sentir y eso es una motivación extra para nosotros. Pero sabemos que venimos arrastrando de una pandemia jugando sin gente, jugar contra la gente de ellos va a ser una motivación extra para mostrar para qué estamos".
"Palestino es un equipo durísimo -añadió-. Empatamos 2-2 en Chillán en un partido muy difícil. Tenemos que estar atentos y concentrados, porque esto es una final como la con Católica. Cuando les das una oportunidad te pueden hacer un gol, por lo mismo hay que estar enfocados los 90 minutos", afirmó Mateos.
En cuanto al planteamiento, es muy probable que los Diablos Rojos, que trabajaron solamente una semana, tras las cuarentenas por el caso de Covid-19 en el plantel, tengan como referencia el empate contra Universidad Católica por la Supercopa.
Considerando esto, Ñublense saldrá hoy a la cancha con Nicola Pérez en el arco, Campusano, Vargas, Caroca y Cerezo en defensa, Rivera, Mateos y Cordero en el mediocampo y Quinteros, Guerra y Moya en la delantera. Sin embargo, también se ha especulado jugar con un 4-4-2 en lugar del tradicional 4-3-3 de Jaime García.
Respecto a estas posibles variantes en táctica, Maximiliano Quinteros afirmó que la motivación de los Diablos Rojos será intachable de cara al partido más importante de la Longaniza Mecánica en el último tiempo.
"Estamos tranquilos. Tratamos de no pensar mucho en lo malo. Pensamos más en el partido que en los nervios, porque es importante llegar descansados. Las cosas están dadas para lograr algo importante. Este partido es un premio para el plantel, para nuestro trabajo, nosotros y la gente. Planeamos dejar todo a la altura, como el otro día lo tratamos contra Católica. Queremos escribir una linda historia en el club. Sabemos que podemos igualar lo del 2008", sentenció.
18:00 horas se jugará el pleito entre palestinistas y chillanejos, vital para que Ñublense pueda volver al escenario internacional.
2008 es el año en el que el elenco de la capital de Ñuble disputó la Copa Sudamericana, con Fernando Díaz como su entrenador.