Lecturas escogidas: joyas para leer bajo el sol
Cuatro autores chilenos -Tomás Harris, Rosabetty Muñoz, Alejandra Costamagna y Simón Soto- reseñan los libros que recomendarían a sus mejores amigos para leer este verano.
Soñar en Vacaciones, según Rosabetty Muñoz
Así nos prepara para sus lecturas veraniegas la laureada poeta Rosabetty Muñoz: "Un punto alto de soñar las vacaciones, es seleccionar lo que vamos a leer. Ojalá con un paisaje amable delante de los ojos y un espacio silencioso. Si hay mar cercano, tal vez un oleaje suave, lo que se lea tendrá oportunidad de abrirse camino hacia la hondura de nosotros mismos". Semanas atrás la poeta recibió por "Técnica para cegar a los peces" (UV, 2019) el Premio Municipal de Literatura de Santiago.
Simón Soto y su selección
Desde la espesa sangre del Matadero Franklin que lo ha convertido en un best seller, el escritor y guionista Simón Soto nos recomienda sus lecturas. Por sus cuentos de "La sangre y los cuchillos" (Planeta) recibió el Premio Municipal de Literatura de Santiago este año.
"Puros escombros", decía el tío de un amigo refiriéndose a estos pobres cuerpos nuestros una vez pasado su esplendor. Me acordé apenas abrí el libro de poesía "Morgue y otros poemas" editado por la Universidad Austral, en su nueva colección Caballo de Proa que busca recuperar y difundir obras literarias que no tienen presencia (o poca) en español. Las traducciones son realizadas por destacados autores del sur.
"Morgue y otros poemas", está traducido del alemán por la poeta Verónica Zondek y es asombroso encontrar poesía en la dura disección de cadáveres. Benn fue poeta y médico, le tocó servir como parte del ejército en la Primera Guerra Mundial y lo que deben haber visto esos ojos justifican su crudeza al hablar de los cuerpos. Es un desafío mayor, pienso, leer estos poemas en un tiempo cargado de muerte como es el que estamos viviendo, cuando la amenaza se cierne sobre los seres queridos, sobre nosotros; jóvenes o viejos, ricos o pobres, bellos o no tanto.
"Santo oficio"
Rosabetty Muñoz. Ediciones UDP. 104 páginas.
$11 mil
Rosabetty es una poeta extraordinaria, muy enraizada en la tradición chilena, pero a la vez muy disruptiva por la forma, por el estilo, por la manera que aborda su relación con la tierra, con la espiritualidad e incluso con el paganismo. Es un trabajo muy sólido y muy potente con el lenguaje. La visibilidad que está teniendo es muy positiva. Es extraordinaria, como tantas poetas que hay acá. Esencial.
"Morgue y otros poemas"
Gottfried Benn. UACh. 48 páginas. $10 mil.
Puede parecer autorreferente, pero leer este libro de Jazmina Barrera me hizo retroceder más de treinta años hasta mi propia experiencia de preñez. En 1986 me embaracé de mi primera guagua y viví el proceso de cambios, preguntas, miedos, expectación, exaltación, incertidumbre como describe Barrera en su libro con la diferencia de que no pude escribir durante ni inmediatamente después (tuve tres embarazos en tres años) y creía que no escribiría más. Sentía que la misión absorbería todo mi tiempo y energía. Pero escribí. Me sentí remecida por "Línea Nigra"; a bastante distancia temporal, estética, epocal me encontré con una mujer explorando un mar desconocido recalando en algunos islotes que asoman como asidero, algo de tierra firme. Esta navegante sin brújula a la mano ni timón, sin ninguna certeza; es capaz de internarse sin dejar de desmenuzar la experiencia con una disposición entre curiosa y atemorizada, pero siempre llena de ternura.
Se trata de un libro donde el tema de la maternidad no se asume con supuestos ni panegíricos; de alguna manera parece que la autora va pasando la yema de los dedos por un tema complejo y se expone a las espinas tanto como a los momentos suaves, plenos. Es el amor que la va llenando lo que la hace declarar que nunca había estado tan de acuerdo con el aborto como en su estado de gestación.
Lo que se cuenta es la historia de un cuerpo sosteniendo un proceso, acompañando la formación de otro ser humano con posibilidades abiertas.
Me gustó mucho la novela de este narrador chileno. Es de una profunda extrañeza. Es un libro muy bien pensado en forma de estructura y también de lenguaje en cada una de sus partes, que son muy distintas, pero también hay una coherencia interna entre sí, en su estilo. Es de una imaginación bastante prodigiosa, muy deudora de la novela norteamericana, pero también con un pie acá en Chile. No sólo porque los personajes más importantes son chilenos, sino también por cómo está tratada la violencia y la mirada política en el sentido más complejo posible. También hay algo interesante en el cruce de clases sociales distintas, representada no sólo en los personajes sino también en los mundos que se abordan. "Safari" está hecha con mucha inteligencia.
"Linea nigra".
Jazmina Barrera. Montacerdos. 170 páginas. $13.900
"Safari"
Pablo Toro. Montacerdos. 300 páginas. $15 mil
El título hace referencia a la ordenación de los capítulos como las estaciones del año. De un año cualquiera o del año genérico. El caso es que Sue Hubbell (periodista, bióloga, bibliotecaria norteamericana) estuvo bastante más en los montes Ozarks, en medio de un ambiente salvaje intentando vivir sin agredir el entorno más que lo necesario en su actividad de apicultora.
Terminé de leer este libro con una poderosa necesidad de cambiar una pequeña porción de mundo. O, dicho de otro modo, de virar el curso de la vida tan llena de supuestos. La autora logra transmitir, con un lenguaje certero y directo, la vida cotidiana en un espacio geográfico agreste, lleno de trabajos que exigen dedicación y persistencia. Y ella los realiza en una soledad que se llega a palpar. Tiene amigos, es cierto, cada tanto la visitan o participa de una rudimentaria vida social con los vecinos. Sin embargo, la mayoría del tiempo la seguimos utilizando motosierras o sierras circulares; construyendo techos, cosechando miel. Su relación con los habitantes del bosque, desde los insectos, hasta algunos grandes depredadores es siempre cuidadosa y la mueve a ella (y a nosotros por extensión) a mirar con ojos nuevos, sin juzgar el papel de cada uno en la lucha por sobrevivir.
Dan ganas de ponerse en disposición de comprender algún fragmento del universo. Seguir a Sue Hubbell en su vida retirada de las obligaciones y liviandad de la consumista vida citadina.
Es un gesto tremendo que publiquen aquí a Damián Tabarovsky, que los lectores chilenos podamos acceder a él. Es un privilegio. Alquimia antes había publicado otro libro, una especie de antología de textos, "Escritos de un insomne", pero "Fantasma de la vanguardia" es una obra autónoma digamos, pensada como un ensayo, una continuación de "Literatura de izquierda" (editado en Chile por La Calabaza del Diablo) que también me gusta mucho. Retoma muchas cosas de ese libro, pese a la diferencia de años: "Escritos de un insomne" es del 2004 y "Fantasma…" es del 2018 y se publicó este año en nuestro país. Hay una continuidad en los postulados de ambos libros y en toda la obra ensayística de Tabarovsky. Es muy desafiante intelectualmente, incluso hay muchas cosas con las que no estoy de acuerdo, o que me generan ciertos resquemores, pero eso mismo es lo atractivo. Tabarovsky empuja a cuestionar todo.
"Un año en los bosques".
Sue Hubbell. Errata Naturae. 304 páginas. $ 25 mil
"Fantasma de la vanguardia"
Damián Tabarovsky. Alquimia. 90 páginas. $9 mil
Los faros y la época de Alejandra Costamagna
"De la quietud extrema al delirio veloz de la época" presenta sus recomendaciones la narradora Alejandra Costamagna, finalista del Premio Herralde 2018 con su novela "El sistema del tacto" (Anagrama). Este año se reeditaron (y ampliaron) sus compilaciones "Imposible salir de la tierra" (Laurel, cuentos) y "Cruce de peatones" (UDP, entrevistas, crónicas, columnas y perfiles).
Los monstruos de Tomás Harris
"¿Cuál será el último barco en llegar a puerto gracias a la luz de un faro?, ¿quién será el último farero del mundo? ¿O será que la relación de los seres humanos con el mar es tan primordial que siempre alguien encenderá (…) una luz por si los náufragos o por si los pescadores?". Esas son algunas de las preguntas que formula la narradora y que quedan resonando al leer este conjunto de ensayos de múltiples entradas. Se trata de un libro que, con la excusa de los faros y su presencia fantasmagórica, permite desviarnos también hacia temas como la pasión del coleccionista; los silencios necesarios y los imposibles; el agua y su poderosa atracción; el impulso de visitar siglos pasados, que en el camino se vuelve ancla misteriosa con el presente, o cierta nostalgia que palpita al observar estas figuras en vías de extinción que son los faros. Y de fondo una serie de estampas o postales que circulan libremente y van apartándose de la estricta rigurosidad del dato fidedigno para ensayar un terreno nutrido por la especulación, la imaginación y una cadena de lecturas en diálogo. Porque la narradora de estas páginas es, ante todo, lectora. Importan en este bellísimo libro de Jazmina Barrera las lecturas en vínculo, las historias y los desvíos que provoca el trayecto hacia un faro. El deseo de llegar a destino, más que el destino en sí mismo. Estos proyectores de luz aparecen como un pretexto para hablar un idioma que inicialmente fue el del fuego y cuyo mensaje habría sido, en primera instancia, "aquí hay humanos".
Creo que nunca he pasado un verano sin revisitar este clásico. Sin encontrar en él una nueva línea -o propuestas- de lectura que surgen del mismo libro o la época en que se lea. Hay que leer la edición completa, con los dos prólogos, el de Percy Shelley y el de la misma Mary Shelley, que narra la génesis y ejecución de su "cuento" como ella lo llamaba: mito moderno, tragedia familiar, consecuencias del pecado de la hybris, melodrama gótico, alegato político, feminismo, mixturas y costurones textuales, como las del mismo cuerpo de la criatura, reflexión sobre el origen de la naturaleza humana, la rebelión, el amor imposible, el ser sin el "otro", el suicidio y lo sublime en múltiples expresiones. Esta edición además tiene un prólogo de Alberto Manguel, "La novia de Frankenstein" que le da un cariz contemporáneo a toda la lectura o relectura, al relacionar el texto con sus versiones cinematográficas -sobre todo las de James Whale- la ciencia ficción y el arte vanguardista del siglo XX.
"Cuaderno de faros"
Jazmina Barrera. Montacerdos. 126 páginas. $12.900
"Frankenstein o el moderno Prometeo"
Mary Shelley Penguin. 336 páginas $ 9 mil
Desde la Biblioteca Nacional escribe el poeta Tomás Harris sus invitaciones a leer. Este año se reeditó "Cipango" (Tres Puntos), su propio clásico de la poesía chilena.
Hay en este libro una anciana fibrosa, un costurero chino, una joven andrógina y un perro irlandés en torno a un cadáver fresco, en una habitación de grandes dimensiones. Parecen esperar a que ocurra algo, pero el tiempo y el espacio flotan en una dimensión paralela y no pasa nada. O nada extraordinario. Hay una novela policial subvertida, que huye de la tiranía de la razón. Hay una resistencia a descifrar los enigmas, a ordenar el caos, a encajar las piezas, a transparentar, a acelerar y a dar por zanjado el relato. ¿Hay relato? Hay, de hecho, una resistencia a la trama. Hay la incerteza del narrador y de quien habita el espacio, de quien domina las palabras. Hay una puerta cerrada. Hay la posibilidad de leer estas 117 páginas, que son un solo gran párrafo, como una suerte de naturaleza muerta y de fijar la atención en los pormenores de la escenografía, en las descripciones minuciosas, en los primerísimos primeros planos del cuadro, en las historias paralelas que se alojan en los detalles. Hay fragmentos como puñaladas: "Tan pronto uno suelta los andamiajes de la familiaridad y deja de imponer los mapas de la memoria, el cosmos desconocido se revela a los ojos como si se corriera un velo". Hay un vuelco emocional hacia un yo, que sacude sin alarde en este tiempo suspendido. Hay el fulgor de una niña "tan chiquita ella tan chiquita". Hay imágenes residuales en la retina. Hay lo inaprensible en una novela narcótica, contemplativa, escurridiza y, por lo mismo, tan vertiginosa como extraordinaria.
A partir de la consigna pintada en los muros de Santiago, durante el "estallido social", que da título al libro, la escritora y psicoanalista Constanza Michelson, reflexiona y narra sobre lo que nos sucedió en los últimos años. Incluida -como decía- revuelta social y pandemia, lo que ella percibe como un cambio de época y paradigma para vivir nuestras vidas en sociedad. El subtítulo da cuenta de lo que se propone en el libro: leer estos tiempos desde el "deseo" (de vivir) como factor movilizador. Una mirada transversal que navega por asuntos como el feminismo, la crisis del neoliberalismo, las migraciones, el consumo, la llamada posverdad, la inteligencia artificial, las redes sociales, etcétera. Lo que más me interesó del libro es que lo hace, basándose también en su experiencia clínica, desde las subjetividades, y no sobre análisis abstractos.
"Ciencias ocultas"
Mike Wilson. Fiordo. 128 páginas. $13 mil.
"Hasta que valga la pena vivir. El deseo perdido y el capitalismo del yo".
Constanza Michelson. Paidós. 234 páginas. $13.900
Pocas novelas toman el pulso tan certeramente al presente, lo interrogan, lo critican y lo tensionan de la forma en que lo hace María Sonia Cristoff en "Mal de época". La novela como síntoma de una época, ha dicho ella. Y aunque el libro remita, en una de sus ramas, a un caso clínico del siglo XIX (el del caminante sin control que fue Albert Dadas), las resonancias al mundo hiperconectado, hipercontrolado e hiperparanoico de hoy son sustanciales. Y así lo vemos en su despliegue máximo en la otra gran rama del libro: la de FG, un hombre de este siglo, nacido en Argentina, cuya mente está intervenida por una guerra que vivió o inventó o se le incrustó al otro lado del mapa, en Siria. Tal como lo ha hecho en otras de sus obras, Cristoff vuelve a tensionar acá los límites de la novela y a desdibujar las fronteras entre la imaginación y la realidad. Ya lo decía en el prólogo de su libro "Falsa calma" al hablar de la primera persona: "Cuanto más cerca de lo autobiográfico uno se coloca -hablo de lo autobiográfico en tanto construcción, no confesión- más posibilidades de alejarse tiene". Y luego: "No entiendo por ese yo la entrada al confesionario, sino una figura propagadora de lecturas, y de los sentidos que vienen con esas lecturas". Eso es lo que ejecuta, justamente, en los segmentos en primera persona en "Mal de época". Lejos de ficcionalizar un caso real, lo que hace es moverse entre dos registros que van de los documentos de archivo y el diario de viaje hasta el relato imaginario y a ratos delirante. Y en ese trayecto va propagando múltiples y exquisitos sentidos de lecturas.
Hacía décadas que un autor latinoamericano no lo había intentado volver a hacer, quizá desde el clásico y entrañable "Las venas abiertas de Latinoamérica" del uruguayo Eduardo Galeano, con el cual de alguna manera este volumen dialoga y polemiza: "Ñamérica" del argentino Martín Caparrós, intenta contar y comprender la identidad hispanoamericana como un todo con sus diferencias. "Ñamérica" (la Ñ marca la diferencia con todas las otras lenguas del mundo) es, en el estilo de "El hambre", una mixtura de crónica y ensayo: una crónica que a la vez de contar ensaya y ensayos que son relatos que el mismo Caparrós recogió cuando decidió recorrer el continente para verlo, leerlo, vivirlo y comprenderlo. Un deambular por las ciudades más importantes de la región se entremezclan con miradas en las que se exhiben y tratan problemas acuciantes tanto de la contingencia como de lo permanente del continente. Para comprendernos, indagar en nuestro ser de una manera ágil y profunda a la vez, en momentos cruciales no sólo para nosotros sino para el Mundo. Una lectura hoy indispensable.
"Mal de época"
María Sonia Cristoff.
Laurel.
217 páginas.
$10 mil.
"Ñamérica"
Martín Caparrós. Random House. 674 páginas.
$20 mil