Octavio Brancoli, inolvidable en Ñuble
Ha partido recientemente, Octavio Eloy Brancoli Serrano (Santiago 1942 - Chillán, 2022) y los recuerdos se agolpan en la mente sobre este descendiente de inmigrantes italianos y españoles, establecidos en la ciudad de Chillán. Sin duda, la Brancolería de Lucca, allá en la Toscana, Italia y de Chile, más sus amigos, lo está llorando.
Fui recibida cordialmente en la casa de la familia Brancoli Soto, por Octavio Brancoli Serrano, hijo de italiano y además, nieto de Eloy Serrano, empresario español, de los ya míticos embutidos Serrano que dieron paso a las afamadas longanizas de Chillán. Octavio, como muchos otros descendientes de italianos, se sentía más europeo que chileno. El me expuso las razones de este sentimiento y convicción, las que estaban demás, a esas alturas, pues su conversación y su entorno ya lo demostraban como un corolario que no necesita probarse.
Orgulloso como la mayoría, de sus ancestros italianos y de su familia, cultivaba en su hogar, las tradiciones y el gusto por todo lo que provenía de la patria italiana y de la vieja Europa en general. Llevaba puesto el nombre de sus dos abuelos europeos, lo que ya le proporcionó un sello al nacer.
A mediados del siglo XIX, había llegado a Chile el primer Brancoli de la familia, tío de Octavio, Pascual Brancoli de Santi, quien arribó a América aproximadamente en el año 1860. Él fundó una fábrica ítalo americana de paños en la zona del Salto en Santiago. En esta fábrica se hicieron los uniformes de los soldados chilenos, para la Guerra del Pacífico. En 1910, se vino a Chile un sobrino, Giuseppe Brancoli Cinquini y más tarde, hacia 1920, llegó su hermano Alfredo, a trabajar con el tío Pascual. Alfredo, había sido cadete de la aviación en Italia, durante la Primera Guerra Mundial.
Pasados unos años, Alfredo Brancoli Cinquini se trasladó hacia Chillán, allí conoció a quien sería su esposa en 1934, Araceli Serrano La Hera, hija de los españoles Eloy Serrano y de Saturia La Hera. Este matrimonio tuvo tres hijos: Eliana, Octavio (1942-2022) y Luciano (1945-2016). La familia Brancoli Serrano se radicó en Santiago los primeros años y luego a fines de los años cuarenta, se establecieron en Chillán. Fue en esa ciudad, donde Brancoli, fundó el Gran Hotel.
Octavio, estudió en el Colegio San Ignacio de Santiago y el Colegio Seminario de Chillán. Prosiguió la carrera de Agronomía en la Universidad Católica de Santiago. Desde 1964 se estableció en Chillán, donde contrajo matrimonio con Patricia Soto San Martín, en 1967, con quien tuvo cinco hijos: Pablo, Nicolás, José Tomás, María Catalina y Josefina Brancoli Soto.
Octavio, fue un reconocido agricultor de Ñuble, llegando a ser en esta actividad económica, uno de los mayores productores de remolacha, entre otros productos, de la región en la década del setenta. En el año 1996 vendió el campo y desde entonces, se dedicó a descansar, disfrutar de la familia y la vida societaria en la ciudad de Chillán. En el verano del año 2015, me decía en su casa: "Si se dijera algo de los Brancoli, se debiera decir que somos gente de bien".
Alicia Romero, Historiadora