Ñublense llora la partida de su exlateral "Romerito" a los 85 años
DECESO. Uno de los jugadores más queridos de los Diablos Rojos partió a los 85 años debido a una enfermedad respiratoria.
El gran triunfo del Rojo por tres a uno ante La Serena que dejó al equipo de Jaime García como líder del campeonato trajo alegría al público ñublensino, emoción que lamentablemente cambió de golpe debido a la muerte del histórico jugador del club, Oscar Romero.
A la edad de 85 años, una enfermedad respiratoria a causa del Covid, fue la causa del fallecimiento de "Romerito", uno de los primeros referentes de los Diablos Rojos en su historia, y que se ganó un lugar en el corazón de los hinchas del Rojo.
"Oscar Romero llegó a Ñublense en 1959, proveniente desde Estación Central. Fue a una prueba de jugadores en el Estadio Santa Laura y el entrenador argentino Martín García lo vio y lo trajo para armar su plantel que debutaba en el fútbol profesional. Estuvo ocho temporadas (1959-1966) y disputó 154 partidos oficiales con la camiseta de Ñublense, donde se desempeñó como lateral derecho. En la temporada 1967, por diferencias con el entrenador Caupolicán Peña, decide no seguir en el club y se retira con 30 años del fútbol", señaló Danilo Mora, investigador miembro del Movimiento Autónomo Ñublenses de Esfuerzo y Valor, y también parte de la Asociación de Investigadores del Fútbol Chileno.
Mora agregó sobre el legado de Romero que "Oscar Romero es uno de los jugadores más queridos y recordados por la hinchada, aunque la mayoría nunca lo vio jugar. Su entrega en la cancha, o lo que hoy llamamos garra; su rapidez por la banda y su complicidad con el público, que lo iba a ver a él y se pegaban a la reja olímpica para presenciar su espectáculo: ver cómo corría, enganchaba y 'acostaba' fuera de la línea de cal a los rivales que trataban de permear la defensa diabla, lo hicieron un jugador querido. Además, como persona siempre fue cercano y humilde. Dentro de la cancha era rudo, rápido, pero también pícaro y siempre tenía salidas poco habituales, como cuando lo expulsaron por hablarle hasta el cansancio como argentino al árbitro; o como cuando se defendió de no haber agredido a mansalva a un rival diciendo: 'Yo no le pegué a Manosalva".
Según el investigador ñublensino, "una vez que se retiró, se quedó en Chillán, donde ya había formado su familia con Adelina. Trabajó como funcionario de la Municipalidad de Chillán en el estadio, la Casa del Deporte y el Mercado Municipal, labor que lo hacía visible y cercano para todos quienes antes lo vieron en el estadio. Jugó un tiempo fútbol amateur y de vez en cuando, jugaba esporádicamente en el equipo de los ex jugadores de Ñublense con ocasión de partidos de exhibición o a beneficio de algún ex compañero o alguna otra causa social. En el centenario de Ñublense fue galardonado como uno de los gladiadores de todos los tiempos".
Sobre la huella que deja Oscar Romero en la historia de Ñublense, Danilo Mora explica que "el principal legado de 'Romerito' es ser un jugador identificado con el club por todas las generaciones, que llenó el paladar futbolístico de toda la hinchada con su velocidad, fiereza y entrega dentro de la cancha. Jugaba para dar espectáculo. Además de aquello, estuvo ocho temporadas en los que se transformó en el alma de Ñublense. Su humildad e historia de vida, parecen haber inspirado los versos del actual himno de Ñublense: un hombre de "Esfuerzo y valor".
Eduardo Montecinos, integrante de la agrupación de hinchas de Ñublense denominada 'Somos Todos', comentó que "la relevancia de la figura de Oscar Romero es por haber sido parte activa y permanente en el Rojo durante casi una década. Mediante su estadía en el club, comenzó a perpetuar su historia con la ciudad, como lo hizo a través de su trabajo en la Municipalidad de Chillán. Un punto que destaca obviamente es que 'Romerito' fue parte del histórico primer plantel de Ñublense en el profesionalismo".
Montecinos destacó el legado de Romero, valorado por generaciones que inclusive no lo vieron jugar. "Uno construye su figura mediante las historias rescatadas y perpetuadas por los hinchas más longevos que lo vieron jugar, como fue el caso del también fallecido Luis Venzano. Además, el apodo 'Romerito' está marcado a fuego en la historia de nuestro club".
Finalmente, el hincha Rojo indicó que "el legado de Oscar Romero se hace fuerte por haber pertenecido al equipo que dio vida a Ñublense en el profesionalismo. Además, fue elegido por votación, como uno de los mejores defensas en la historia del club en sus 100 años. Su imagen es perpetua gracias al incombustible relato y las anécdotas de quienes lo vieron jugar y lo acompañaron en su momento".
Al momento de su retiro, Oscar Romero era el jugador con la mayor cantidad de partidos oficiales defendiendo la camiseta de Ñublense. Los restos de "Romerito" fueron velados en la Catedral de Chillán. Hoy a las 15:00 horas se realizará su Misa, mientras que los funerales serán a las 16:30 horas en el Cementerio Municipal.
1959 año en que Óscar Romero arribó a Chillán para integrarse a las filas de Ñublense, donde destacó por su gran destreza.