Frases
"La aprobación de la PGU. Yo considero que eso es un hito en la seguridad social".
Patricio Melero,
ministro del Trabajo
"Esto viene a corroborar que hay una campaña contra nuestra comisión".
Fernado Salinas,
convencional
"La aprobación de la PGU. Yo considero que eso es un hito en la seguridad social".
Patricio Melero,
ministro del Trabajo
"Esto viene a corroborar que hay una campaña contra nuestra comisión".
Fernado Salinas,
convencional
Esta Cuaresma ha iniciado con el sabor amargo de la guerra. Ucrania ya no es el país lejano del cual poco sabíamos, este conflicto lo estamos viviendo en tiempo real.
La televisión y los medios de comunicación en general se han encargado de mostrarnos las imágenes de los bombardeos, de personas que corren a sus refugios, de cientos de miles de víctimas que huyen de su país. La guerra se ha tomado nuestras conversaciones, nuestra vida. Lo que parecía ciencia ficción se ha ido transformando en realidad, hablar de una posible tercera guerra mundial ya no es una elucubración sino una constatación de la irracionalidad humana que se desprecia a sí misma, y se daña sin medir consecuencias.
Es verdad que esta guerra nos desconcierta, que pone en alerta nuestros temores, pero al hilar fino nos damos cuenta que desde hace mucho tiempo estamos viviendo o sobreviviendo a un ambiente de agresión y violencia. No es Ucrania solamente la que ha sido invadida por Rusia, sino que somos todos nosotros los que nos hemos invadimos en nuestras fronteras personales. Ya no respetamos las diferencias ni al otro como un legítimo otro. En nuestro país desde hace tiempo que vivimos en un ambiente de guerra. No han sido misiles los lanzados, pero el manifestarse contrario a una mayoría circunstancial ha tenido para muchos consecuencias dramáticas que incluye el ser "funado", criticado y en ocasiones excluido por "amarillo", "tradicionalista", etc. En estas circunstancias también surge el deseo de encontrar un refugio, un búnker donde sentirse seguro. El modo guerra se va haciendo trivial y acomodarse a esto nos puede llevar a una profunda deshumanización.
Ante este panorama sólo existe una opción: la Paz. Vivir en constante conflicto solo trae pobreza, siembra egoísmo, individualidad. Desconfianza de los otros, desesperanza ante el futuro. Acabar la guerra y abrazar la paz requiere de decisión, valentía, templanza. En el diálogo siempre vamos a tener que ceder, alguno perderá hoy más que otro; pero negociar, llegar a acuerdo requiere grandeza interna, proponerse y apostar por un futuro. La paz no es una constante, pero requiere de constancia, de perseverancia, de lucidez.
Aún estamos a tiempo, no le arrebatemos a nuestros hijos y a nosotros mismos la opción de vivir en Paz.
Paulina Benavente Obispado Chillán
Más temprano de lo que se piensa, Chile verá un cambio importante en la industria automotriz y la forma como nos movemos. Uno de sus cambios más estructurales se refiere a cuál será su fuente de energía. La pregunta es ¿estamos preparados cómo país para este cambio?
Chile asumió el compromiso de fomentar el uso eficiente de la energía, estableciendo una ambiciosa meta del 20% de reducción de la demanda energética al año 2025 y ratificó acuerdos internacionales en materia de emisiones de gas de efecto invernadero (GEI) y cambio climático, comprometiéndonos a reducir al año 2030, la intensidad de emisiones en un 30%, respecto a los niveles observados en 2007.
La puesta en marcha de la nueva Ley de Eficiencia Energética es un gran avance, ya que entrega lineamientos claros a los distintos actores del mercado, para tomar decisiones más informadas, contribuyendo a mejorar la productividad y la competitividad económica, reducir las emisiones de contaminantes, impactando directamente en la calidad de vida de las personas.
La industria automotriz tampoco está ajena a esta realidad. La normativa también apunta a promover la renovación del parque con vehículos más eficientes, con énfasis en aquellos de propulsión eléctrica, a través de estándares de eficiencia energética en vehículos livianos, medianos y pesados.
De hecho, la electromovilidad y las acciones de fomento a la eficiencia energética en transporte han sido establecidas como parte de los factores principales para que el país pueda alcanzar la carbono neutralidad establecida para el año 2050, contribuyendo con cerca del 20% de las reducciones de CO2 necesarias para ello.
Tenemos un gran desafío a nivel país y este radica en lograr que se establezcan los estándares que marcarán el mercado al 2035, en términos de eficiencia energética para el parque de vehículos livianos y nuevos, mientras que el sector automotriz tendrá que dar respuesta a esas nuevas exigencias.
Y para lograr esto, más allá de las leyes y normativas que impulsen la eficiencia energética, es clave contar con alianzas público-privadas, para generar incentivos que permitan acelerar los cambios y prepararnos para cumplir las metas que nos lleven hacia la electromovilidad del futuro.
Arsenio Fernández gerente de Innovación y Nuevos Negocios EMASA
Faltan escasos días para que asuma el nuevo gobierno encabezado por el Presidente Gabriel Boric y desde todos los sectores se detallan los desafíos que deberá enfrentar. En Ñuble, son miles las familias que esperan por un espacio propio y seguro donde vivir, dejando así el hacinamiento en el que viven, pues muchos, al no poder contar con recursos propios, han debido ocupar o compartir espacios junto a otras familias con tal de tener un techo donde vivir. Así como también la población migrante, que también require una solución habitacional.
Esa es una realidad grave. La cantidad de allegados y campamentos ha crecido, a pesar de los múltiples programas que se anuncian para disminuir las estadísticas y para responder a la demanda social que ellos implican. Todo eso funciona, pero los tiempos de espera para que las soluciones lleguen son extremadamente largos y muy difíciles de comprender para personas comunes, que luchan a diario por cumplir sus sueños.
Hasta veinte años puede llegar a esperar un comité de vecinos organizados para recibir subsidio, encontrar una Egis, asignación de terreno y construcción. Esas son dos generaciones. Los hijos e hijas crecen en espacios precarios y, cuando se accede a la casa -si se logra- esta ya es insuficiente porque muchas veces hay nietos y nietas, hogares nuevos que pasan a la misma condición inicial de allegamiento. Y en el proceso, con frecuencia, el entorno en que se desarrolló ese núcleo jugó en contra de la educación y oportunidades laborales. Un círculo nada virtuoso.
Tampoco es mucho mejor para la clase media. Una familia con ingreso promedio de 600 mil pesos debiera pasar ocho años destinando cada mes sus recursos íntegros -cero gasto en nada más- a pagar una casa propia de 2 mil UF. Con crédito hipotecario, podrían pasar 45 años (cchc.cl) Y en las condiciones de interés actuales, aún más.
Claramente, el nuevo gobierno no podrá cambiar esta realidad de una vez. Pero sí tendrá la oportunidad de poner un sello para hacer más expeditos y transparentes los procesos, sumando las voluntades que se manifestaron ya desde las campañas electorales por candidatos de todos los sectores políticos y a los diversos cargos, desde parlamentarios a gobernadores regionales.