Escolares en su mayoría optan por los buzos como uniforme
ECONOMÍA. En tanto, costo de prendas de vestir para asistir a clases este año, pueden llegar a los $150 mil. Alta demanda ha traído consigo escases en materia prima para su confección.
Varias municipalidades de Ñuble, entre ellas Chillán, Bulnes, San Carlos y San Nicolás acordaron que en los establecimientos educacionales que están bajo su dependencia el uso de uniformes escolares no es obligatorio para este año escolar 2022.
A pesar de ello las ventas, sobre todo de buzos completos han marcado los índices de venta de este tipo de vestimentas entre los proveedores locales de estos productos, independiente que padres y apoderados optan por cualquiera de las dos opciones de manera democrática: adquirir las prendas escolares reglamentarias o que sus pupilos hagan uso de ropa de color.
Una de los comercios que por más de 60 años se ha dedicado a este rubro en la región, es 4 Ases, donde desde la parte de atrás del mesón, Carmen Quezada, vendedora , afirmó que "lo que más han llevado en uniforme son los buzos y las poleras, o lo que llamamos uniforme completo".
En cuanto a la relación de venta, Quezada acuñó que "si se está vendiendo, pero menos volumen, porque mucha gente el año antepasado se quedó con los uniformes amontonados, por eso ahora la gente no está haciendo compras grandes, sino que van por lo justo y necesario".
En la misma línea, comentó que "de cada 10 cliente, 8 se llevan uniformes completos, por ejemplo buzo, falda, poleron o sweater".
Carmen Quezada evaluó que "en lo que va de temporada escolar las ventas han estado mucho mejores que los otros años que hemos estado con pandemia, hay habido harto movimiento".
Otro de las tiendas de referencia de la ciudad es Gallo Blanco, cuya dueña es Soledad Benítez, quien resaltó "lo que más se está vendiendo es el buzo, el uniforme tradicional bastante poco, no sale tanto, pero los pantalones azul y plomo si han salido bastante, pero no es lo normal, lo que más se vende es el buzo tanto para niños como para niñas".
Al mismo tiempo, la comerciante chillaneja indicó que justo el material primo para hacer los buzos está escasa "justo como nosotros trabajamos con material chileno, la llegada del algodón está más difícil, así que igual como llegan se van del local".
Afirmó Benítez que si bien a la fecha no ha depurado las cifras reales de las ventas y no ha realizado los comparativos contables, estima que "si hay un aumento considerable de las ventas en comparación con los años 2020 y 2021, porque en el 20 la gente no alcanzó a comprar el uniforme".
Pero al realizar una comparación rápida, haciendo uso de su software de venta, Benítez indicó "que al comparar este mismo con la misma fecha del 2021, ya a la mitad del día hemos vendido el 100% de lo que se vendió ese día, así que creo, que al menos en un 20% hemos recuperado las ventas, nunca igual al 2019, pero si mejor al 2020 y al 2021".
Resaltó de manera efusiva que "justo en este momento las ventas están bastante bien, repuntó, porque como primero no se sabía si las clases iban a ser presenciales allí se paró mucho la venta, pero desde el 1 de marzo todo se arregló al tiro, empezó muy bien todo".
Esta realidad la acompañó al asegurar que "de 10 bultos de prendas de colegios que llegaron a la tienda, ya no queda nada, todo se vendió, así como llega se vende, por ejemplo llegaron cotonas y se vendieron todas, quedan unas pocas de hombre y esas se las están llevando para las niñas, igual".
Opciones para ir a clases
En varias comunas de Ñuble, los padres junto a sus hijos, tienen la opción de decidir si ocupan uniformes escolares o si van con ropa de color.
En el caso de Fernanda Sabino, madre de tres hijos que cursan sus estudios en un colegio particular subvencionado al nororiente de la ciudad, escogió el uso de uniformes.
"Nosotros como familia decidimos comprar los uniformes escolares, es muy cierto que el gasto no es menor y es mucho más cuando lo multiplicas por tres, pero es mucho más sencillo cuando tienes dos hijos pre adolescentes, que no van a querer ir con la misma ropa todos los días, en cambio que el uniforme es el uniforme y allí no hay mayor discusión".
Además compartió que hasta ahora "sólo compramos los buzos completos y las poleras, si todo se mantienen estable como va, antes de que termine el primer semestre de clases, seguramente iremos por el restos de los uniformes, pero por ahora hemos vamos bien".
En cambio Liliana Hernández, quien tiene a su hija en una escuela Municipal en el centro de Chillán, aseguró "los uniformes están carísimos, si los compro debo destinar como el 40% de mi sueldo y aún nos faltarían cosas, así que por ahora mi hija están asistiendo a clases con ropa de color, que a la larga es un gasto, seguro mayor, pero va con lo que tiene".
"Nosotros como familia decidimos comprar los uniformes escolares, es muy cierto que el gasto no es menor y es mucho más cuando lo multiplicas por tres".
Fernanda Sabino, Apoderada y madre