Patriotismo, Honor, Lealtad, Valentía, Integridad y Deber es el conjunto de principios y valores que fundamentan el accionar de la Armada de Chile, en el cumplimiento de su misión de defender la soberanía nacional, los intereses marítimos del país y apoyar con sus capacidades polivalentes a la comunidad.

Estos valores no fueron elegidos al azar. Están basados en la herencia legada por los próceres y héroes de Chile, quienes por su gran compromiso con el país han ingresado a las páginas de la historia nacional, transformándose en un ejemplo para sus contemporáneos como para las generaciones futuras.

En la Armada de Chile son muchos quienes en tiempo de guerra y de paz han entregado hasta su vida en el cumplimiento de su deber y servicio a la Patria, siguiendo la senda marcada por nuestro máximo héroe, el Comandante Agustín Arturo Prat Chacón.

La memoria de este extraordinario hombre, nacido en las tierras del campo de la actual región de Ñuble, es la que de forma especial recordamos al conmemorar el 174º aniversario de su natalicio. El 3 de abril de 1848, la Hacienda San Agustín de Puñual, en la comuna de Ninhue, vio nacer a un niño con una frágil condición de salud, pero que con el paso de los años se transformó en un gran hombre, que en los últimos momentos de su vida transitaría a la eternidad como uno de los grandes héroes nacionales.

En el Comandante Prat destacamos su forma de vida profesional y familiar, la que siempre llevó adelante con rectitud y dedicación, dada la educación y los valores que le inculcaron sus padres y más cercanos. Durante el Combate Naval de Iquique quedaron demostradas sus capacidades de liderazgo, al motivar a la dotación que lo acompañaba en la Corbeta "Esmeralda" a cumplir con su deber hasta el final y su valentía al saltar al abordaje del Blindado "Huáscar", acción que lo condujo a la gloria eterna.

Los habitantes de las regiones de Ñuble y Biobío debemos sentir un particular orgullo por quienes nos precedieron. Sus tierras campestres, incluso algunas alejadas de la costa, han sido la cuna de niños que con su navegar han dejado importantes huellas en la Armada de Chile y en el país. Hoy, estas regiones son custodias del Santuario Hacienda San Agustín de Puñual, en la comuna de Ninhue y de la Reliquia Histórica "Huáscar", en la comuna de Talcahuano, ambos testimonios y una realidad viva de dos lugares que marcaron la vida del Comandante Arturo Prat.

Jorge Parga Comandante en Jefe Segunda Zona Naval.

Esta semana fue profanado el santuario de Lourdes en la ciudad de Santiago. Desconocidos abrieron el sagrario, sacaron de allí las hostias consagradas y las tiraron. Lamentablemente esta situación se ha venido repitiendo ya en diversas ocasiones, en distintos lugares de nuestro país. No sólo son nuestros sagrarios (donde permanece Dios vivo y presente), también son nuestros templos los que en los últimos años han sido quemados y saqueados; y en alguna oportunidad a vista y paciencia de cientos de personas y autoridades.

Por otra parte, también debemos reconocer que nuestras comunidades han sido heridas no sólo desde afuera de la iglesia, sino que en muchas ocasiones también desde quienes las habitan y se habían comprometido a cuidar de ellas. No sólo se han profanados tabernáculos sino personas.

La hostilidad pareciera que se ha transformado en la forma de convivir que tenemos, pues en cientos de oportunidades han sido las personas las que se han visto traspasadas, maltratadas, abusadas por quienes debieran acompañarlas y cuidarlas, por expresar convicciones y valores. Por manifestar abiertamente sus ideas, aunque en esta época seamos una minoría o al menos pareciera que así lo somos. Esa famosa frase de algunos años atrás de la "aplanadora" que algunos querían pasar sobre otros parece que se ha transformado en una realidad no sólo política sino que a nivel de la fe.

Para los católicos esta profanación apunta a lo más esencial, a lo más nuestro. No es un acto sólo de animadversión, sino que es una expresión patente de odio e irracionalidad, intolerancia y desprecio no sólo por Dios, sino que por nosotros mismos.

Es verdad que nuestra reacción no puede ser agresiva ni violenta, nuestra impronta debe ser el amor y la misericordia. Apostar siempre por el diálogo, por nunca cansarse de abrir puentes y caminos para encontrarnos con los otros, de generar espacios que inviten a la reflexión, a una experiencia con el Dios que ama sin dobleces; pero en esto debe haber audacia, valentía, y ahí parece que estamos flojos. Es verdad, estamos llamados a ser mansos, pero como muchas veces escuché decir a un amigo sacerdote "mansos, pero no mensos". Estamos aún a tiempo de manifestarnos, de ser consecuentes, de levantar la voz con convicción, no vaya a ser que la aplanadora nos la pasen ahora por arriba a vista y paciencia de nosotros.

Paulina Benavente Psicóloga Diócesis de Chillán.

Hoy comienza el horario de invierno en Chile y causa polémica; sin embargo, para los científicos e investigadores en cronobiología, quienes estudian los ritmos internos de los seres vivientes, se trata de la disposición más favorable para la salud de las personas. Incluso recomiendan mantenerlo durante todo el año.

La doctora Natalia Méndez, académica de la Universidad Austral, explicó que atrasar una hora los relojes permite disfrutar de mayor luminosidad en las mañanas y ordenar los descansos en las noches, respetando los ciclos naturales de sueño y actividad. También -dijo- ayuda a mantener una buena salud porque incide en la prevención de la depresión, hipertensión e incluso la obesidad, entre otros beneficios.

Razones técnicas e investigaciones hay abundantemente para que no exista cambios en verano e invierno; sin embargo las autoridades gubernamentales no han recogido esos análisis. Los argumentos políticos están en la seguridad; pero la evidencia indica que la mayoría de los delitos de mayor connotación social ocurre entre las 8 AM y las 19 horas (ine.cl/estadísticas policiales). También se alude al ahorro de energía, pero el gasto se duplica cuando tanto los momentos para despertar y para acostarse se encuentran a oscuras; expertos en el área señalan que más se logra cambiando los sistemas domésticos a aparatos de bajo consumo. La mantención de un solo horario es realidad ya en territorios como Magallanes, desde 2017, donde adecuaron el huso de verano para todo el año, debido a su condición de llegada de la luz solar distinta al resto del país.

Lo cierto es que mañana empieza otra etapa de distribución del tiempo colectivo socialmente acordado, planteando desafíos a la adecuación del cuerpo de cada persona y a las rutinas familiares, que demoran en promedio una semana. El período se extenderá hasta septiembre.

Es de esperar que en ese mes exista más claridad oficial sobre la continuidad de la medida. Recordemos que estos cambios horarios obedecen a una decisión adoptada por Chile en 1946 (Ley 8.522) cuando la situación, en postguerra, era diferente. Quizás una revisión, setenta y seis años después, resulte razonable.