Convención queda lista para disolverse y Boric pide "no equiparar aprobación del Gobierno con resultado del plebiscito"
BORRADOR FINAL. Última votación del informe de Armonización marcó el fin del trabajo del Pleno, que dejó una propuesta de 388 artículos para entregar el lunes al Presidente. Se visó quorum de 4/7 si el Congreso quiere modificar la eventual nueva Carta Magna.
Sorpresivamente rápido fue la jornada de cierre del trabajo del pleno de la Convención Constitucional, que despachó durante la mañana de ayer lo que se esperaba fuera votado en tres días: el informe de la Comisión de Armonización, último trámite antes de que el texto definitivo sea entregado el lunes de la próxima semana al Presidente Gabriel Boric.
Entre abrazos, aplausos y gritos varios, culminaron 11 meses y 24 días de trabajo luego de que el bloque Vamos por Chile retirara gran parte de sus peticiones, entre las que estaban votar por separado cada una de las más de 530 enmiendas planteadas por la comisión. Finalmente la votación se llevó a cabo casi en su totalidad por capítulos completos, salvo excepciones.
Gracias a esto los convencionales solo debieron sufragar en 30 ocasiones, entre las cuales se aprobó el polémico artículo que impuso un quorum de cuatro séptimos para que el actual Congreso reforme la Constitución en caso de ser aprobada, lo que incluye un referéndum ratificatorio si la modificación toca ciertas materias como régimen político o derechos fundamentales. Solamente dos tercios de rechazo en cada cámara pueden evitar la consulta ciudadana.
Además, se rechazaron cinco indicaciones de armonización, entre ellas la totalidad de las recomendaciones del capítulo de disposiciones transitorias y aquellas referentes al derecho de vivir en entornos seguros y libres de violencia; derecho de pueblos indígenas a tierras; la toma de decisiones en entidades territoriales y el consentimiento indígena. Con ello el texto quedó en 388 artículos.
Conflicto final
Pese a lo fluido del cierre del trabajo del Pleno, tras las votaciones se presentó un conflicto cuando convencionales de Vamos por Chile sostuvieron que de esta manera el órgano constituyente debería disolverse inmediatamente, de acuerdo a la Constitución actual.
Eduardo Cretton, de la UDI, planteó que "nosotros hacemos un llamado a que el día de hoy, como se ha disuelto esta Convención Constitucional, se dejen de utilizar las redes oficiales de la Convención, no se sigan utilizando recursos públicos y que la Mesa Directiva deje de participar en aquellas instancias donde dice tener una representación institucional, porque trabajo esta Convención ha terminado y nosotros nos vamos tranquilos, porque hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance para poder tener una buena Constitución y lamentablemente eso no se dio".
Para zanjar esa posibilidad y las dificultades que pudieran generar en la entrega del texto el próximo lunes, la mesa decidió que la sesión no se levantaría, sino que se suspendería hasta el lunes, lo que da plazo al secretario John Smok para revisar si queda alguna votación pendiente antes de la entrega del texto al Presidente Gabriel Boric.
Gobierno: separar temas
El mandatario fue consultado por el impacto mutuo que pueden tener la baja aprobación del Gobierno y el aumento de apoyo de la opción del Rechazo a la nueva Constitución, ante lo que pidió no crear una relación entre ambas cosas.
"Tenemos un plebiscito ad portas y ese plebiscito tiene dos alternativas: aprobar la nueva Constitución o mantener la constitución del 80. Nosotros como Gobierno vamos a garantizar que ambas opciones tengan la legitimidad para expresarse y todo se manifieste de manera democrática. La democracia va a seguir funcionando pase lo que pase el 4 de septiembre", señaló Boric.
"La discusión se centra respecto del contenido del texto constitucional que va a hacer entregado al país el 4 de julio. El mandato que yo les he dado a los seremis y a los ministros y ministras es que deben hacer bien la pega y, por lo tanto, lo que corresponde no es hacer campaña para una opción y otra sino lo que tienen que estar haciendo es ejecutar bien su trabajo. Ojalá que la aprobación del Gobierno no nos confunda con equipararla con la aprobación del plebiscito", manifestó el Mandatario.
También destacó que la Constitución que puede llegar a ser aprobada "va a ser para los futuros 40 años y los Gobiernos pasan cada cuatro: la discusión respecto al plebiscito Constitucional va mucho más allá de lo que es este Gobierno".
Quinteros festejó
Cerrado el trabajo de la Convención, la presidenta María Elisa Quinteros afirmó que "estamos muy contentos. Ha sido un año muy arduo, de mucho trabajo, que se ha expresado en jornadas muy intensas de sesiones. Pese a todos los pronósticos negativos, hemos ido avanzando y llegado en tiempo y forma al cometido que nos fue encomendado".
"En general, el proceso lo he vivido siempre con mucha esperanza, pese a toda la adversidad, y me voy contenta, porque he visto el trabajo muy arduo de muchos colegas durante todo un año. Veo que (el texto) es una propuesta positiva, escrita en democracia, legítimamente escrita, así que no me pongo nunca en ese escenario (de triunfo del Rechazo). Puedo pecar de ilusa, pero tengo mucha fe en la gente", enfatizó Quinteros.
En la oposición hubo quienes incluso pusieron en duda su asistencia a la ceremonia de entrega del texto, como el convencional Martín Arrau (UDI), quien insistió en que el órgano debió disolverse ayer: "Es algo que estamos evaluando. Todavía no tenemos claridad de qué se trata, cuál es el programa. Es un acto que está organizando la mesa, pero en la interpretación del artículo de la Constitución (que habilitó el proceso), esta Convención deja de existir cuando termina la última votación. Por lo tanto, cualquier acto posterior, simbólico, que se quiera hacer, será de personas particulares que lo quieran organizar".