Ayer se desarrolló una nueva reunión de diálogo para establecer un itinerario para el nuevo proceso constituyente entre los presidentes de partidos políticos y los líderes de ambas cámaras del Congreso Nacional, con importantes avances, según informaron quienes encabezan esta instancia.
El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), dijo que "respecto de las conversaciones de esta bilateral, los dirigentes nos han transmitido que si bien es efectivo que todavía no hay un acuerdo cerrado entre las fuerzas políticas que han estado conversando para las bases constitucionales, lo que en su momento se denominó los bordes o principios orientadores, sí nos han manifestado que hay un 80% de avance y de consenso, y eso significa un avance respecto de lo que teníamos".
Igualmente optimista se mostró la ministra secretaria general de la Presidencia, Ana Lya Uriarte: "Es un avance, se han sincerado posiciones, yo encuentro que hay un encuentro, esto es la política, conversar, dialogar, encontrarse, estar disponibles a escuchar al otro para realmente terminar en lo que todos queremos, que es una nueva Constitución para Chile. Mi balance es extraordinariamente positivo".
El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, dijo que "estamos más cerca de un acuerdo que lo que estamos hace una semana, porque por lo menos ya hemos distinguido los puntos en los que es necesario resolver las diferencias".
Plazos y voto obligatorio
Soto también se refirió a los plazos para conseguir un acuerdo y señaló que "lo razonable es que se cierre en el mes de octubre", toda vez que existen plazos electorales que ya ha detallado el Servicio Electoral.
Asimismo, aseguró que reponer el voto obligatorio es un acuerdo casi absoluto: "He visto además un consenso amplio, transversal, categórico, respecto de la necesidad de mantener el voto obligatorio, tanto para el futuro proceso constituyente como para otros procesos electorales que se den y eso significa un avance relevante".
Miradas diferentes
La mirada positiva, sin embargo, no fue compartida por todos quienes intervienen en estos diálogos y así lo expresó el diputado radical Tomás Lagomarsino: "Está claro que no podemos refundar Chile, ese es uno de los bordes, pero por el otro lado también está que no podemos mantener el Estado subsidiario, porque aquellas otras tranquilidades o certezas que quieren en la práctica terminan manteniendo el Estado subsidiario, y eso es una línea roja para nosotros como progresismo. Entonces estamos en un punto casi muerto, diría yo, por lo menos con las bases constitucionales".
Esta posición fue rebatida por el presidente de Renovación Nacional, Francisco Chahuán, quien afirmó que "se ha avanzado de manera significativa. (...) Los que nos quedamos en la reunión hasta el final podemos sostener que hay un amplio acuerdo de seguir avanzando. Pero había algunos más interesados en hacer puntos de prensa afuera que estar adentro en las conversaciones".
La presidenta de Evópoli, Luz Poblete, fue más específica: "Quedan unos tres nudos que estamos dispuestos a seguir conversando. Esperamos reunirnos incluso mañana (hoy) para desatar esos nudos".
El presidente de la UDI, Javier Macaya, también rechazó los cuestionamientos: "Si revisan la propuesta que hizo Chile Vamos al país respecto a los 10 principios fundamentales que creíamos que tenían que estar contemplados en una Constitución, estaba el Estado social y democrático de derecho. Quizás la gran dificultad es que algunos no entienden que dentro de la provisión de los derechos sociales tenga un rol la sociedad civil y no se excluya al mundo privado de la posibilidad de proveer de manera bien regulada por el Estado estos derechos sociales".
Amarillos y PDG
Dentro de las novedades estuvo también la incorporación de Amarillos x Chile a la instancia. El primer vicepresidente del movimiento, Andrés Jouannet, defendió estar presentes, pese a no ser aún partido, porque "fuimos clave en el triunfo del Rechazo (...) y le dimos el sentido de comenzar un camino de una nueva Constitución".
Por su parte, el Partido de la Gente presentó oficialmente su propuesta en el que enumera nueve "puntos base" para una nueva discusión, entre los que están la realización de un plebiscito de entrada, idea que no cuenta con apoyo de las demás colectividades.
A ello suman voto obligatorio, que no haya participación de organismos internacionales, también piden la paridad de género y que no haya escaños reservados, entre otros puntos.