Tras dos años con estrictas restricciones sanitarias en el país, Ñuble en particular, se levanta con más bríos para disfrutar de los placeres que nos otorgan los espectáculos histórico culturales públicos.
Haciendo un repaso del 2022, en marzo se logró la declaratoria póstuma de Arturo Merino Benítez, como "Hijo Ilustre" de Chillán, con un gran acto cívico. También en marzo, el gobierno regional y la Municipalidad de Chillán, adquieren el terreno de la Medialuna para construir el Parque Schleyer, con lo cual no solo se entregará un nuevo pulmón verde a la ciudad, sino que con ello también se reivindica la historia y la memoria, respetando la voluntad de un filántropo alemán y su familia. Avanzando el año, en junio la Municipalidad de Chillán pone en marcha el Centro Cultural Municipal, un espacio de 1.500 metros cuadrados para la cultura.
Por otra parte, el Instituto O´Higginiano apunta a reposicionar el legado y la figura de O´Higgins en Ñuble, cuna del Libertador, con diversas actividades en torno a su singular personalidad, apoyados por las municipalidades. Tanagra, con 93 años de existencia, retoma sus actividades presenciales, usando su nueva casa y concluye el año con su tradicional salón en el Teatro Municipal de Chillán. Y Cifer, también retoma sus actividades y la simbólica premiación de la entrega de la Medalla Marta Brunet a mujeres destacadas de la región y continúan trabajando en sus antologías.
En agosto la Universidad del Bío-Bío recibe la donación de la Biblioteca personal del escritor Carlos René Ibacache con 3700 volúmenes de parte de su familia y en diciembre realiza un homenaje al poeta Sergio Hernández, ambos exprofesores de esa casa de estudios. La revista Quinchamalí, lanza su edición N° 26, dedicada a los cineastas nacionales que triunfaron en Hollywood, entre ellos los chillanejos Tito Davison, Hijo Ilustre de Chillán y Claudio Guzmán.
En noviembre, el alcalde de Chillán, coloca el nombre de Francisco Lagno Vera a la Casa del Deporte. Lagno fue un dirigente deportivo que impulsó esa obra desde sus orígenes. Las autoridades valoran con ello, a los ciudadanos que han sido forjadores de una mejor ciudad para todos.
Por su parte, las instituciones culturales, con sus talentos y trabajo, han colocado una variedad de ofertas en su programación cultural para todas las audiencias cautivas y público en general. El crisol de Ñuble, compuesto por todos los cultores, estuvieron presentes en diversas propuestas culturales que fueron creciendo en número, a medida que avanzaba el año y disminuían las restricciones sanitarias. Se les agradece a todos ellos su amor por las tradiciones, la historia, la cultura, las artes y el patrimonio. A todo este quehacer histórico cultural se sumaron los seminarios de patrimonio y las conmemoraciones propiciados desde los organismos gubernamentales de la región.
Para finalizar, sin lugar a dudas, como broche de oro del 2022, uno de los más grandes hitos, fue el reconocimiento del patrimonio ancestral de la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca por parte de la Unesco y con ello implementar acciones concretas que aseguren la continuidad de esta labor en esas comunidades.
Alic ia Romero Silva,
historiadora