Chillán se levanta esta mañana y comienza esta semana con una gran sonrisa en el rostro. Al menos así es en el caso del hincha de Ñublense, que vio ayer ólos "Diablos Rojos" se hicieron fuertes ante uno de cuadros más grandes que tienen nuestros vecinos norteños del Perú, como lo es Universitario de Lima.
Fue triunfo por 3-2 para los dirigidos de Jaime García, que cerraron con esta gran victoria un exitoso ciclo de amistosos de pretemporada, previo al inicio del torneo de este viernes ante la Unión Española en Santiago. Los goles del Rojo fueron obra de Rafael Caroca, Patricio Rubio y Bayron Oyarzo, mientras que para el cuadro crema anotaron Alan Valera (que fue dolor de cabeza durante gran parte del compromiso) y Emanuel Herrera, ex Deportes Concepción y Unión Española.
Ahora, el mérito del triunfo ante un gigante latinoamericano como lo es Universitario de Deportes va mucho más allá del resultado. El Diablo saltó a la cancha con el dominado 4-3-3 de Jaime García. Nícola Pérez en el arco, línea de 4 en el fondo con Bernardo Cerezo, Lucas Abascia, Rafael Caroca y Jovany Campusano, tres al mediocampo con Juan Leiva, Manuel Rivera y Jorge Henríquez, y la delantera conformada por Bayron Oyarzo, Patricio Rubio y Andrés Vilches. El visitante, por su lado, formó con Carvallo en el arco, Navarro, Guzmán, Di Benedetto, Cabanillas, Murrugarra, Guivin, Pérez Guedes, Polo, Rivera y Valera.
En cuanto al trajín del duelo, Ñublense fue una aplanadora, especialmente en el primer tiempo y, dejando de lado la falta de concreción que se tenía previo a la apertura de la cuenta, los pupilos de Jaime García manejaron el partido y las acciones. Las llegadas eran para los chillanejos, orquestadas principalmente por un genial Jorge Henríquez, que movía los hilos y dirigía la orquesta en la mitad de la cancha.
Por otra parte, sus "compinches" en el medio campo, Manuel Rivera y Juan Leiva, se lucieron en la recuperación, marca y circulación de balones, comenzando el daño que hacían las pasadas del capitán del Rojo, Jovany Campusano y Bernardo Cerezo, así como los lances de Patricio Rubio y el rayo Bayron Oyarzo.
Lo que no quiere decir que Universitario no hacía daño. Todo lo contrario, de hecho. Si bien Ñublense dominó el juego, fue justamente el cuadro peruano quien abrió la cuenta, con gol de Valera. A la visita le acomodaba jugar sin el balón, apostando por contra ataques y aproximaciones frontales y directas que permitiesen complicar a Nícola Pérez.
Ahora, lejos de haber sido un cross fulminante al mentón de los Diablos Rojos, la apertura de la cuenta no durmió a los locales. No pasaron ni 3 minutos del primer gol cuando a los 37, Rafael Caroca empataba con un golazo de cabeza, sumando un nuevo grito a los dos que decretó contra Oriente Petrolero hace unos días.
Ñublense seguía llegando y haciendo peligro. Jorge Henríquez se vestía de maestro de orquesta y dirigía con hermosos balones cruzados de 60 metros la posición del protagonista de la fiesta del fútbol. Muchos pudieron pensar que era Thiago Alcántara, de Liverpool, pero no, era el 20 de los Diablos. El hincha Universitario se preocupaba cada vez que el ex Audax Italiano tomaba el balón, pues era sinónimo de potencial peligro.
Hasta que llegó la segunda diana. Patricio Rubio se hizo presente en el marcador antes de que terminase la primera mitad. Un testazo implacable del otrora campeón con Unión Española decretó el 2-1 a favor de los Diablos Rojos en el epílogo del suplemento. Con este resultado se fueron al descanso.
Se pensaría que en el segundo tiempo, Ñublense podría salir a la cancha con los ánimos un poco más calmados. Tener quizás unos 10 a 15 minutos de estudio al rival y de acomodarse nuevamente en el gramado. No fue así. Apenas 5 minutos se demoraron los pupilos de Jaime García en anotar el 3-1. Fue obra de Bayron Oyarzo que, más allá del carácter amistoso, liberaba el éxtasis del respetable chillanejo. Apenas al último minuto descontó Emanuel Herrera de penal para el crema, pero no fue más que un detalle en el placard. 3-2 final.
3 - 2 fue el marcador