Carlos Pedemonte: "La vitrina perfecta es el primer equipo"
FÚTBOL. El nuevo jefe de las divisiones menores de Ñublense conversó con Crónica Chillán y se sinceró sobre su nuevo rol en el club. Enfatizó en la formación del futbolista como humano.
A minutos de comenzar una reunión, el nuevo jefe de las series menores de Ñublense, Carlos Pedemonte, se dispone a conversar. Con ánimo, un buen humor y optimismo evidentes, asume el nuevo cargo con la ilusión de cumplir un rol importante en la formación de los cracks del futuro de los Diablos Rojos.
-¿Cómo fue la llegada?
-Ha sido muy grato llegar a un club importante de Chile como lo es Ñublense. Creo y siento que me recibieron con los brazos abiertos y con muchas manifestaciones de apoyo y cariño por parte de algunos jugadores. Ya conversamos con los entrenadores y con la gerencia. Ha sido un comienzo bonito, como debe ser, y la misión de uno es mantener todo esto lo mejor posible para ir cumpliendo metas y objetivos que tenga la institución. Tenemos que dar todo para que se vayan cumpliendo metas y esperanzas y que en un plazo razonable tengamos jugadores compitiendo en el primer equipo, eso es lo primordial, junto con la formación de humanos. Pero hay que ir haciendo el día a día para llegar al objetivo fina que queremos.
-Coincidieron antes, ¿Cómo es la relación con el cuerpo técnico?
-Con el cuerpo técnico tenemos la mejor relación, porque hemos trabajado juntos antes y nos conocemos. Estaremos al servicio de ellos como prioridad y como área formativa también escuchando las necesidades, experiencias y evaluaciones en línea directa con el primer equipo. Para nosotros eso es valioso, porque para el jugador de formación, la vitrina perfecta es el primer equipo. Tenemos que hacer ese trabajo en conjunto para hacer crecer el club, cada uno desde su responsabilidad. Tenemos el avance de que nos conocemos y nos tenemos mucho respeto, y si no fuera así, tendría que ser así. Mario sabe que estoy para lo que necesite él en cuanto al primer equipo. Vivimos cosas similares en Huachipato y lo hicimos bien. Nos hicimos más amigos.
-Fuera de la cancha, ¿qué tan importante es el rol del formador en el jugador?
-Ese trabajo que hace el formador y su equipo es fundamental, porque la enseñanza, el entrenamiento y la familia nos preocupan mucho. Estaremos muy cerca de eso para que podamos ir guiando al jugador y crear los hábitos que lo puedan convertir en un futbolista de alta competencia. Esto requiere mucho de las personas y mucha información del entorno de un jugador joven, que tiene características distintas a un adulto. Tenemos que resguardar ese cambio, porque la línea mía es que tiene que ser de la cabeza a los pies. Si la cabeza está bien, los pies funcionan mejor. Ahí está todo. Las decisiones, hábitos, etc. Entonces, si lo hacemos fuerte arriba, dará lo máximo. Cada uno lo tiene que lograr acorde a su contexto de cambio, el otro depende de la fuerza. La estructura anda bien y está cuidada, cuando hay un buen ambiente y un buen trabajo, el resultado llega.
6-0 ganó Ñublense en su último partido.