En las próximas semanas, las elecciones de gobernadores y consejeros regionales serán una oportunidad para que las nuevas autoridades impulsen proyectos de infraestructura clave que potencien el desarrollo de las regiones.
Dado el escenario económico en Chile -donde se proyecta un crecimiento menor al 2% a lo largo de la próxima década-, es fundamental impulsar el crecimiento y productividad a través de estrategias de inversión basadas en el territorio. Por ello es una oportunidad que las autoridades electas puedan potenciar proyectos de inversión en sus regiones, con el fin de dotar de infraestructura habilitante para las comunas, lo que también produce empleo, reduce la desigualdad y combate la pobreza.
En esa línea, el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI) publicó un documento con propuestas sobre políticas en este ámbito destinado a los candidatos y candidatas, con el fin de que las incorporen en sus programas y futura gestión. Algunos de los ámbitos que se relevan son la infraestructura logística, digital, transmisión, recursos hídricos y la creación de una nueva institucionalidad, entre otras iniciativas.
Es fundamental el rol de los gobernadores para liderar estrategias de desarrollo locales. La propuesta del CPI señala que deben aprovechar sus capacidades para crear "Comisiones regionales de infraestructura" que tengan la labor la identificación de proyectos de infraestructura relevantes para la región, en debida coordinación con los organismos planificadores a nivel nacional.
El escenario económico y de cambio climático, nos muestra áreas vitales donde se debe poner atención: la escasez hídrica, lo que representa el desafío de que las comunidades cuenten con abastecimiento a través de proyectos tan variados como plantas desaladoras, el reúso y la infiltración, por mencionar algunos. Al mismo tiempo, si nuestro país quiere ser una potencia exportadora y retomar el crecimiento, debe contar con puertos de gran escala como el proyectado en San Antonio y otros, los que optimizarán la cadena logística y nos conectarán con Asia Pacífico.
También los gobiernos regionales pueden adoptar nuevas herramientas para concretar grandes obras: la Ley de Concesiones, que tantos beneficios ha traído al país y ha apalancado recursos para la construcción de hospitales, cárceles, centros culturales, aeropuertos y autopistas; la ley de Financiamiento Urbano Compartido que permite incorporar recursos privados para dotar de equipamiento urbano y espacios públicos a nuestras ciudades, entre otros. Al mismo tiempo, existen otras fuentes de financiamiento que permiten llevar adelante iniciativas de inversión a la infraestructura de transporte, tal como la ley Espejo del Transporte Público.
Si queremos que en todo el país haya ciudades inteligentes -y no solo en las grandes urbes-, las autoridades también deben considerar que fomentar la infraestructura digital es indispensable, como también la destinada a la transmisión de energía y al transporte limpio.
Trabajar por nuestro país requiere planificación y estrategias que permitan continuar con que Chile siga por la senda del crecimiento. Creemos imperativo que los futuros gobernadores y consejeros regionales tomen en cuenta estas propuestas e impulsen un desarrollo que permita no solo el crecimiento económico, sino también una mejor calidad de vida para sus ciudadanos.