Adiós a 400 años de historia
Los sacerdotes franciscanos dejarán Chillán ante la falta de religiosos, un problema que se refleja a nivel nacional.
Los sacerdotes franciscanos dejarán de vivir en Chillán después de 400 años de presencia en esta tierra de extremo frío y un calor insoportable. De hecho la presencia de la comunidad religiosa se remonta prácticamente a la fundación de la ciudad, sin embargo, por problemas ligadas a la disminución de religiosos a lo largo del país, sufrirán una reestructuración.
A través de un comunicado oficial, se estableció que "como ya es sabido, nuestra iglesia y también nuestra Orden Franciscana ha venido experimentando una importante disminución de las vocaciones sacerdotales y religiosas y por lo mismo nos encontramos en una restructuración (…) esto implica el cierre de algunas presencias. En la actualidad tenemos demasiada desproporción entre el número de presencias y el número de hermanos, y ante esta realidad hemos comunicado que dejaremos nuestra presencia en la ciudad de Chillán", señala el comunicado firmado por el Fraile Isauro Covili, Ministro Provincial.
La historia de los frailes franciscanos de Chillán está profundamente ligada a esta ciudad desde sus inicios, ya que llegaron apenas cinco años después de la primera fundación. El convento chillanense fue fundado en Chillán Viejo en 1835, como la casa matriz de las misiones franciscanas en el sur. En ella estudiaban los hijos de ilustres toquis y en su niñez también Bernardo O'Higgins. El actual edificio reemplaza al que fue construido después del terremoto de 1835 y que debió ser demolido debido a los constantes movimientos telúricos que afectaron la ciudad.
Ahora la duda es qué pasará con los fieles que acostumbraban acercarse a diario a la iglesia San Francisco, ¿se seguirán haciendo misas diarias?, ¿servirá la asistencia desde Parral?, situaciones que de seguro se responderán con el paso de los días.
El Fraile Felipe Márquez, quien está a cargo hoy en día de la iglesia, el templo y el convento de Chillán, aseguró que para la Orden en su conjunto es lastimoso y que con mucho dolor dejarán Chillán pero que "la falta de vocación ha calado hondo en la iglesia".
Sin duda los religiosos son parte de la historia de Chillán y lo que ocurre con los franciscanos a lo largo de Chile es parte de una crisis del cristianismo del cual cada vez menos personas se atreven a formar parte.